Redacción HoraxHora
El Senado de Estados Unidos ha confirmado a Kash Patel como el nuevo director del FBI, con un ajustado resultado de 51 votos a favor, todos republicanos, y 49 en contra. Este nombramiento ha generado un intenso debate debido a la trayectoria política de Patel y sus críticas previas hacia el propio FBI, al que ha acusado de formar parte del «Estado profundo».
Patel es conocido por su firme apoyo al expresidente Donald Trump y por sus declaraciones que amenazan a medios de comunicación y opositores políticos con persecuciones judiciales. Su confirmación se complica aún más por la oposición de dos senadoras republicanas, Susan Collins y Lisa Murkowski, quienes se unieron a los 47 demócratas en su rechazo. Collins argumentó que el director del FBI debe ser «apolítico», mientras que Murkowski expresó sus «reservas» sobre cómo el historial político de Patel podría influir en su liderazgo.
Este nombramiento podría tener repercusiones a largo plazo, según el senador demócrata Chris Murphy, quien advirtió que los republicanos «lamentarán este voto más que ningún otro». Tradicionalmente, el mandato del director del FBI es de 10 años para evitar influencias políticas; sin embargo, la reciente dimisión del anterior director, Christopher Wray, ha permitido que Patel asuma este cargo en un entorno altamente polarizado.
Patel ha prometido llevar a cabo reformas dentro del Buró Federal de Investigación y ha manifestado su oposición a los indultos promovidos por Trump para aquellos involucrados en el asalto al Capitolio. Durante su audiencia de confirmación, Patel afirmó: «No estoy de acuerdo con la conmutación de ninguna pena de ninguna persona que haya cometido violencia contra las fuerzas del orden», lo que podría ser un intento de distanciarse de las controversias pasadas.
