El gobierno de Cuba responsabilizó a Twitter por las masivas protestas y denunció una “guerra de comunicación” en su contra.
«Se trata de una campaña orquestada en Twitter desde Estados Unidos para desestabilizar el país», afirmó Bruno Rodríguez, ministro de Relaciones Exteriores de Cuba.
Aseguró que “tengo pruebas irrebatibles de que la mayoría de los usuarios que participaron en esta campaña se encontraban en Estados Unidos y que utilizaron sistemas automatizados para la viralización de los contenidos, sin ser penalizados por la red social Twitter”.
Dijo que «estas protestas no fueron un estallido social, sino el resultado de una guerra de comunicación y de información contra Cuba”.