• Cercanos el mandatario dicen que está “muy molesto” con el caso de corrupción denunciado
Cuando el 29 de noviembre de 2020 fiscales y policías iniciaron los allanamientos que dieron paso a decenas de arrestos y la apertura de casos judiciales por corrupción, registrada en el gobierno anterior, la sociedad aplaudió mientras la oposición, en especial el PLD, acusó al gobierno de abrir una cacería de brujas en su contra. El pasado fin de semana se registraron arrestos, allanamientos y la puesta en la escena judicial de un gran escándalo en el Servicio Nacional de Salud (Senasa) lo que fortalece y reivindica la política anticorrupción y de cero impunidad esbozada por el presidente Luis Abinader desde el inicio mismo de su gestión de gobierno, hace poco más de cinco años.
Con esta acción directa, respetando la libertad de acción del Ministerio Público, el presidente Abinader cumple su advertencia de que ‘no hay vacas sagradas’ y de que ‘no le tiembla el pulso’ para llevar ante la justicia a cualquiera de sus colaboradores que se involucre en estafas y/o desfalcos de los dineros del erario, lo que desmonta la campaña opositora de que la denuncia y judicialización de casos de corrupción son una vendetta dirigida solo contra contra los que detentaron el poder en el pasado inmediato.
Molesto y decepcionado
El presidente Abinader está “sumamente molesto” con el caso de corrupción que ha estallado en una entidad tan sensible dentro de los programas de asistencia del Gobierno, como es Senasa, han comentado cercanos al jefe del Estado.
Y dicen, asimismo, que el presidente “está muy decepcionado” por el involucramiento en el caso que se ha hecho del doctor Santiago Hazim -destituido de Senasa por Abinader en agosto de 2024-, dado el grado de la relación que desarrollaron antes de asumir el gobierno y durante los primeros cinco años del actual régimen.
Por ello, y por encima de cualquier eventual costo político, Abinader manda el claro mensaje de que no le tiembla el pulso para apartar del gobierno, de su entorno, y proceder en justicia contra cualquiera que se ‘meta en rojo’ en el manejo las arcas públicas.
Esta posición tajante le ha ganado amplio apoyo en la lucha contra el cáncer de la corrupción, como consignan declaraciones públicas de empresarios, entidades de la sociedad civil, grupos profesionales y de gran parte de los medios de comunicación, analistas y comentaristas, lo que contrarresta algunas críticas de sectores políticos de la oposición, y de abogados que hacen su trabajo como defensores de algunos imputados.
El impacto de Senasa
Al ser Senasa uno de los programas ‘bandera’ de la gestión social del gobierno del presidente Abinader, dado el impacto que tiene en favor de las familias de las franjas económicas más vulnerables del país, se constituye en un ‘blanco’ de sectores de competencia en el negocio de las prestaciones de servicios de salud, pero también de la oposición política. Ese impacto de Sennasa alcanza a unos 7.4 millones de afiliados que conforman sus distintos sistemas a través de una red de prestadores de servicios, en que interactúan unos 7,800 médicos independientes, 300 clínicas, 185 hospitales, 103 centros de atención primaria, 460 centros especializados, 147 laboratorios, más de 50 centros de imágenes y casi mil farmacias habilitadas, lo que garantiza acceso a consultas, diagnósticos, tratamientos especializados, medicamentos y procedimientos de todos los niveles.
“Tengo la firme determinación de que este (Senasa) y cualquier otro acto de corrupción sea llevado a la justicia y que se imponga todo el peso de la ley a quienes hayan defraudado al Estado” dijo el presidente Abinader en su cuenta de X en el momento preciso que desde la Procuraduría General de la República se anunciaba el arresto de ex altos funcionarios del Senasa, incuyendo su exdirector, Santiago Hazim, médicos y empresarios privados, relacionados con la institución.
Los acusados arrestados que enfrentan cargos de haber creado un entramado con el que se habría desfalcado al Estado con más de 15 mil de millones de pesos, a decir de los fiscales, son: Santiago Hazim, exdirector del Senasa; Gustavo Messina Cruz, Germán Robles Quiñones, Francisco Minaya Pérez, Eduardo Read, Cinty Acosta Sención, Ramón Speakler Mateo, Ada Ledesma Ubiera y Rafael Martínez Hazim. El caso habría comenzado a ser investigado desde noviembre del 2024 y al ser puesto ahora en manos de la justicia, queda clara la decisión de que se procura vencer la impunidad en los casos de corrupción, sin violentar la libertad de acción del Ministerio Público, una convicción que repite el presidente Abinader con la frase de que en su gobierno ‘no hay vacas sagradas’ y que no le tiembla el pulso para actuar contra cualquiera de sus colaboradores que se robe el dinero del erario. “He ordenado que Senasa se constituya en actor civil para recuperar hasta el último peso robado… los dominicanos pueden tener plena confianza en nuestro compromiso de que en este gobierno no hay espacio para la corrupción ni para la impunidad”, dijo el presidente Abinader para ratificar la demanda del Estado de que los responsables del entramado mafioso denunciado en la ARS del gobierno, sean castigados en justicia y que se devuelva lo sustraído.



