Redacción HoraxHora
Moody’s Ratings (Moody’s) elevó este viernes las calificaciones de emisor y de deuda sénior no garantizada en moneda local y extranjera a largo plazo del Gobierno de República Dominicana de Ba3 a Ba2, lo que significa que la perspectiva se modificó de positiva a estable.
La mejora refleja las altas y sostenidas tasas de crecimiento del país caribeño y su diversificación económica, que mejoran los niveles de ingresos y la fortaleza económica general.
Indicó que esto se suma a las recientes mejoras en la calidad institucional y los marcos de políticas del país, y a un historial de estabilidad política y cohesión social, que refuerzan la resiliencia de la deuda soberana ante las crisis.
«La posición externa también ha mejorado, impulsada por una sólida inversión extranjera directa, ingresos por turismo y remesas, que mitigan la exposición del país a los riesgos de vulnerabilidad externa», valoró el organismo internacional.
La entidad sostuvo que esta perspectiva estable equilibra estas fortalezas crediticias con los desafíos fiscales estructurales, incluyendo una base de ingresos limitada, una débil capacidad de pago de la deuda y una alta exposición a divisas.
Moody’s sostiene que este techo en moneda local, de Baa2, refleja una economía diversificada, una influencia moderada del gobierno en la economía, una previsibilidad y fiabilidad institucionales promedio, un riesgo político general bajo y desequilibrios externos relativamente contenidos.
Así mismo destaca que el techo en moneda extranjera se ha elevado de Ba1 a Baa3, un nivel por debajo del techo en moneda local, para reflejar el nivel moderado de endeudamiento externo de la economía, la cuenta de capital abierta y una eficacia política general históricamente menor.
Fundamento de la actualización a Ba2
Según Moody’s, el perfil crediticio soberano de la República Dominicana se ha fortalecido considerablemente gracias a una combinación de altas tasas de crecimiento sostenidas a largo plazo que impulsan los niveles de ingresos y una continua diversificación sectorial, junto con un fortalecimiento significativo del marco institucional del país.
«Las altas y sostenidas tasas de crecimiento económico, que han promediado alrededor del 5 % anual durante los últimos 15 años, y un marcado aumento en los niveles de ingreso per cápita, son el resultado de una trayectoria de estabilidad macroeconómica, reformas estructurales y diversificación económica. El turismo, en particular, ha sido y sigue siendo un motor de crecimiento muy importante y dinámico que atrae un alto nivel de inversión nacional y extranjera, y esperamos que continúe diversificándose geográficamente y ascendiendo en la cadena de valor», explica.
Expresa que además de las altas tasas de crecimiento, desde 2020 las instituciones de la República Dominicana se han fortalecido, lo que se refleja tanto en la calidad de las instituciones legislativas y ejecutivas como en la fortaleza de la sociedad civil y el poder judicial.
«Las medidas gubernamentales se han centrado, en general, en mejorar la eficiencia, la transparencia y la rendición de cuentas del sector público y han contribuido a mejorar la eficacia general del gobierno. Dichas medidas incluyen reformas constitucionales que imponen límites al mandato presidencial, reformas administrativas que fusionan agencias gubernamentales y optimizan las instituciones, y, más recientemente, la implementación de una nueva Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) que establece reglas fiscales claras para limitar el gasto público y el déficit fiscal. El gobierno también ha continuado profundizando los mercados de capital locales y ha realizado importantes mejoras a largo plazo en la calidad de la regulación del sector bancario», dijo.