El estado de emergencia por COVID-19 en Japón quedó levantado, primera vez en seis meses que la alerta no está vigente en el país.
A pesar de haber levantado la emergencia, se mantienen las restricciones para lidiar con la persistencia del virus.
El Gobierno nipón decidió poner fin a la emergencia vigente en 19 de las 47 prefecturas del país y otra alerta que afectaba a ocho provincias.
El país experimentó un descenso de los nuevos contagios y haya mejorado la disponibilidad hospitalaria para estos pacientes.
El estado de emergencia en Japón nunca ha supuesto un confinamiento.
Las restricciones afectan principalmente al horario comercial y la actividad de bares y restaurantes, así como a la asistencia a eventos multitudinarios o parques temáticos.
El levantamiento de medidas, que dependerá del criterio de autoridades locales, tiene el objetivo de prevenir la explosión de una nueva ola como en agosto.
Durante el mes de agosto, los casos diarios alcanzaron más de 25,800 en el territorio, inmerso en la celebración de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos.
Desde entonces, la cifra de nuevas infecciones se ha estabilizado.
Las autoridades han pedido al sector hotelero que mantenga cierto acotamiento del horario comercial y siga adoptando medidas para la prevención de contagios.
Los restaurantes podrán volver a servir alcohol, actividad restringida durante la emergencia sanitaria, y también cerrar a las 21 horas (antes fijadas a las 20:00).
La limitación de aforo acotada por el Gobierno central pasará de 5,000 a 10,000, por lo que parques temáticos y eventos deportivos y culturales experimentarán un aumento de visitantes.
Pese a no imponer el confinamiento, las autoridades habían pedido a la población que limitara lo máximo posible las salidas no esenciales, un llamamiento que ha afectado al sector turístico.
