Redacción HoraxHora
Durante una conversación telefónica con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el mandatario ruso, Vladímir Putin, propuso organizar una reunión bilateral con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Moscú.
«Putin mencionó Moscú», señaló una de las fuentes. En ese momento, Zelenski se encontraba en la Casa Blanca junto a líderes europeos y respondió negativamente a la propuesta. Horas antes, el presidente ucraniano había expresado su disposición a dialogar con su par ruso, aunque sin aceptar condiciones previas.
La iniciativa de Putin se produce tras una serie de encuentros diplomáticos en Washington, donde Trump recibió a Zelenski y a representantes europeos, luego de haber mantenido una cumbre en Alaska con el presidente ruso.
Conversaciones en curso y reacciones internacionales
Yuri Ushakov, asesor presidencial ruso para asuntos internacionales, confirmó que la llamada entre Trump y Putin duró alrededor de 40 minutos. Aunque no se anunció formalmente una cumbre entre los líderes de Rusia y Ucrania, Ushakov señaló que se discutió la posibilidad de “elevar el nivel de representación” en las conversaciones bilaterales.
Por su parte, el ministro ruso de Exteriores, Serguéi Lavrov, declaró a la televisión estatal que “cualquier contacto entre jefes de Estado debe prepararse cuidadosamente”. Estas declaraciones coinciden con la postura de Zelenski, quien calificó como “un paso significativo” cualquier avance hacia la paz basado en garantías de seguridad.
Zelenski subrayó que “la paz se puede lograr gracias al apoyo de nuestros aliados, las garantías de seguridad y el coraje del pueblo ucraniano”.
Próximos pasos y escepticismo europeo
El presidente Trump confirmó que se están realizando preparativos para un posible encuentro entre Putin y Zelenski. Según el canciller alemán, Friedrich Merz, presente en las conversaciones en Washington, la reunión podría llevarse a cabo en las próximas dos semanas. El medio Reuters informó que Hungría sería la sede más probable de este encuentro.
Sin embargo, desde Europa también se han expresado reservas. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, afirmó que “Rusia no muestra señales de actuar de buena fe” en relación con una posible resolución del conflicto, que ya supera los tres años desde el inicio de la ofensiva rusa en febrero de 2022.