Redacción HoraxHora
Los presidentes de Rusia, Vladímir Putin, y China, Xi Jinping, sueñan a sus 72 años con la inmortalidad, y no solo a través de la historia, sino de la cirugía. Asi lo destaca una publicación del periódico El País, donde se añade que el primero dirige su país desde hace 25 años; el segundo, desde hace 13; y un micrófono abierto ha captado su conversación sobre cómo prolongar artificialmente sus vidas mediante el trasplante de órganos.
Un micrófono abierto durante el gran desfile militar de Pekín dejó al descubierto una conversación insólita entre Vladímir Putin y Xi Jinping. Ambos mandatarios fueron captados debatiendo sobre biotecnología, longevidad e incluso la posibilidad de alcanzar la inmortalidad.
Según las traducciones recogidas por la televisión estatal, el presidente ruso afirmó que “con el desarrollo de la biotecnología los órganos humanos podrán trasplantarse de forma continua, permitiendo vivir más jóvenes y quizá lograr la inmortalidad”.
Agrega el cable que que el líder chino no se quedó atrás y, entre risas, aseguró a Putin que “antes era raro que alguien viviera hasta los 70, pero hoy con esa edad sigues siendo un niño”. A continuación, añadió que este mismo siglo podría existir “la posibilidad de vivir hasta los 150 años”. El intercambio, más propio de una charla privada que de un acto solemne, tuvo lugar durante la conmemoración del 80º aniversario de la rendición de Japón en la Segunda Guerra Mundial.
Las declaraciones llegan en un momento delicado para Moscú. Con 73 años cumplidos en 2025 y en plena presión internacional por la guerra en Ucrania, Putin se enfrenta al contraste de una esperanza de vida masculina en Rusia que apenas alcanza los 67 años. Pese a ello, el Kremlin ha impulsado investigaciones sobre envejecimiento celular, deterioro cognitivo y fortalecimiento del sistema inmunológico, en un intento de acelerar el desarrollo de terapias antiedad.
Putin lleva más de un cuarto de siglo en el poder gracias a reformas constitucionales y movimientos estratégicos que le han permitido mantenerse en la presidencia hasta, al menos, 2036. Mientras tanto, Xi Jinping, con 72 años, consolida su liderazgo en China sin límites claros de mandato. Ambos parecen compartir no solo una visión política de largo alcance, sino también un interés común por prolongar su tiempo de influencia.
El escenario del peculiar diálogo no fue casual. El desfile en Pekín reunió a más de 10.000 soldados, un centenar de aeronaves y el armamento más avanzado del Ejército chino, desde misiles intercontinentales hasta sistemas hipersónicos y armas láser. Además de Putin, Xi recibió a líderes como Kim Jong Un o Narendra Modi, en una muestra de poder geopolítico que refuerza los vínculos de la Organización de Cooperación de Shanghái.
