Redacción HoraxHora
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha prometido este miércoles ayuda de su Administración para poner fin a la guerra en Sudán, que se ha sumido en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, a petición del príncipe heredero saudí, Mohamed bin Salmán, que visitó esta semana la Casa Blanca por primera vez en siete años. Un cable de Europa Press así lo indica.
«Líderes árabes de todo el mundo, en particular el muy respetado príncipe heredero de Arabia Saudí, que acaba de salir de Estados Unidos, me han pedido que utilice el poder y la influencia de la Presidencia (estadounidense) para poner fin de inmediato a lo que está ocurriendo en Sudán», ha asegurado el magnate neoyorquino a través de su perfil en la red social Truth Social.
Agrega el cable que Trump ha asegurado que su gabinete trabajará con Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Egipto «y otros socios de Oriente Próximo» para poner fin a estas atrocidades y, al mismo tiempo, estabilizar Sudán». Según ha dicho, Jartum es «una gran civilización y cultura, lamentablemente corrompida, que puede recuperarse con la cooperación y coordinación de los países, incluidos los ricos en recursos de la región, que desean que esto suceda».
De hecho, el presidente estadounidense ha hecho hincapié en que en el territorio sudanés «se están cometiendo atrocidades tremendas»: «Se ha convertido en el lugar más violento del planeta y, por consiguiente, en la mayor crisis humanitaria de la historia. Se necesitan con urgencia alimentos, médicos y todo lo demás», ha reconocido.
El jefe del Ejército de Sudán y presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdelfatá al Burhan, ha publicado un breve mensaje en su perfil de la red social X con palabras de agradecimiento a Trump y Bin Salmán: «Gracias, Su Alteza Real, príncipe Mohamed bin Salmán; gracias, presidente, Donald Trump».
Posteriormente, el Consejo Soberano de Transición ha emitido un comunicado en el que ha indicado que «el Gobierno de Sudán aplaude los esfuerzos de Arabia Saudí y Estados Unidos para lograr una paz justa y equitativa en Sudán».
«Les agradece su constante preocupación y sus esfuerzos por detener el derramamiento de sangre en Sudán y reafirma su disposición a colaborar seriamente con ellos para alcanzar la paz que el pueblo sudanés anhela», ha declarado.
Señala el cable que la guerra civil de Sudán estalló a causa de las fuertes discrepancias en torno al proceso de integración del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en el seno del Ejército, situación que provocó el descarrilamiento de la transición abierta tras el derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir, ya dañado tras la asonada que derribó en 2021 al entonces primer ministro, Abdalá Hamdok.
El conflicto, marcado por la intervención de varios países en apoyo a las partes en guerra, ha sumido al país en una de las mayores crisis humanitarias a nivel mundial, con millones de desplazados y refugiados y ante la alarma internacional por la propagación de enfermedades y los daños sufridos por infraestructuras críticas, que impiden atender a cientos de miles de damnificados.



