El ABC de la estrategia política establece que tras un proceso eleccionario, los protagonistas tienen la obligación de sentarse, analizar las causas de la victoria y/o la derrota y sobre la base de las realidades, actuar en consecuencia de cara al presente y el futuro inmediato del escenario general y la estructura política que representa.
A la dominicana, sin embargo, generalmente nuestros políticos perdedores de los comicios se concentran más en buscar culpables, internos y externos, que en determinar errores que no deben repetir y/o que deben revertir, mientras los ganadores se emborrachan tanto con la victoria que pierden de vista sus falencias y entienden que los triunfos de hoy se repetirán, porque es un posicionamiento ganado.
De ahí mi convicción de que las municipales signan las presidenciales-congresuales. De que los resultados de la siguiente consulta electoral dependerá, en gran manera, de como actue cada uno, ganadores y perdedores, tras los resultados de las urnas en la pasada votación.
No es raro, entonces, que estemos en medio de los periquitos, resabios, quejas, denuncias, fábulas de todo género, unos que no admiten la derrota, otros que creen que la victoria debió ser mayor. Es el típico ‘pataleo’, como dice el refranero popular. Estamos ahora a tres meses justo de las elecciones ‘grandes’, las presidenciales y congresuales, y es sobre eso que deben estar organizando partidos, activistas, estrategas, candidatos.
La situación más compleja la tienen los integrantes de la denominada alianza ‘Rescate RD’ ya que los números que arrojaron las votaciones del domingo les proyecta una nueva derrota en mayo.
Dejar atrás los egos y aterrizar en las realidades, podría darnos una contienda más interesante en mayo.
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