El proceso hacia las votaciones del 2024 avanza sin tropiezos y sentando experiencias que nos auguran unas elecciones transparentes, sin traumas y sin mayores cuestionamientos.
La Junta Central Electoral va ganando experiencias al concertar con los partidos y los sectores colaterales toda la estructura que garantiza el respeto al derecho de las organizaciones del sistema y de la población, a la que llaman el ‘soberano’ porque es, a final de cuentas, quien decide.
La apertura de las primarias, este domingo primero de octubre con las votaciones cerradas del Partido Revolucionario Moderno, PRM, el partido oficial, se registró como un evento perfecto, tanto para ese colectivo, como para la Junta, encargada de organizar toda la logística que, en sentido general, sirvió de una especie de ‘laboratorio’ de lo que deberá ocurrir en febrero, cuando se vaya a las urnas a escoger los alcaldes, regidores, presidentes de Juntas y vocales, así como las de mayo, cuando se elige Presidente y Vicepresidente, senadores y diputados.
Por ello, independientemente de los resultados y/o de los episodios ocurridos a determinados candidatos a lo interno del partido oficial, la gente del PRM, dirigentes, candidatos y militantes, han mostrado total satisfacción con esta primera etapa del proceso lo que obliga, prácticamente, a los demás partidos de la oposición a realizar sus consultas de escogencia en el mismo marco de organización y garantías de respeto a los resultados de las decisiones de sus militancias.
En este escenario, entonces, debemos regocijarnos y obligarnos a estar atentos y ser exigentes en favor de que estas normas se sostengan, por la salud y futuro del sistema político- electoral que nos gastamos.