El 14 de mayo de 2025, el liderazgo político de la República Dominicana dio al mundo una muestra de madurez y unidad pocas veces vista en la región.
Ante el caos que mantiene a Haití sumido en la ingobernabilidad, la violencia y la pobreza extrema —y que ha desencadenado una crisis migratoria con implicaciones directas para la seguridad nacional dominicana—, el presidente Luis Abinader convocó a los expresidentes Leonel Fernández, Hipólito Mejía y Danilo Medina a un encuentro de alto nivel. El objetivo fue informarles detalladamente sobre la situación, compartir las medidas adoptadas por su gobierno y establecer canales de comunicación abiertos para recibir sus recomendaciones con miras a afrontar unidos el desafío fronterizo.
La denominada “cumbre presidencial” tuvo lugar en la sede del Ministerio de Defensa y se extendió por casi tres horas. Durante ese tiempo, la nación fue testigo de un diálogo marcado por el respeto, la cordialidad y la armonía entre los cuatro líderes: Abinader, Fernández, Mejía y Medina.
Uno de los principales acuerdos del encuentro establece que los expresidentes recibirán informes periódicos relacionados con la seguridad nacional, y que podrán presentar sus recomendaciones en reuniones individuales con el presidente Abinader.
Cabe destacar que el mandatario ha sido persistente en sus llamados a la comunidad internacional para que intervenga en Haití mediante una misión humanitaria y de seguridad, argumentando que la crisis haitiana impacta negativamente al hemisferio, especialmente a la región del Caribe. Como resultado de estos esfuerzos, la ONU autorizó el despliegue de una misión internacional encabezada por fuerzas de Kenia.
Los informes más recientes provenientes de Haití confirman que bandas criminales vinculadas al narcotráfico han tomado el control de amplias zonas del país, representando una amenaza directa a la frontera dominico-haitiana. En este contexto se produjo la convocatoria de Abinader a los expresidentes, un evento que acaparó la atención mediática antes, durante y después de su realización.
El legado de Luis Abinader en favor de la consolidación democrática de la República Dominicana es notable e incuestionable. Es bajo su liderazgo que, por primera vez en la historia del país, se instituyó el debate presidencial televisado como práctica democrática, a partir de las elecciones de 2024. Esta iniciativa, impulsada desde la presidencia por su ejemplo, marcó un hito en la cultura política dominicana.
Tras una sólida victoria en las elecciones de 2024, Abinader propuso una reforma constitucional con el fin de impedir futuras modificaciones que permitan la reelección indefinida, cerrando así la puerta a posibles regresos del caudillismo. Esta autolimitación reafirma su compromiso con el fortalecimiento institucional y la alternancia en el poder.
Luis Abinader pasará a la historia como el presidente que propició la unidad nacional al convocar a los principales líderes de la oposición a una mesa de diálogo frente a la crisis migratoria. Las imágenes de unidad que hoy reflejan la madurez del liderazgo político dominicano son fruto de la sabiduría, humildad, voluntad y carácter de Abinader.
Sin lugar a dudas, su legado político será clave en la consolidación de la democracia en la República Dominicana, y su figura trascenderá las fronteras del país.