Miguel Franjul / [email protected]
Aunque confluyen en un mismo ecosistema, el ejercicio paralelo del periodismo impreso y digital supone uno de los mejores campos de prueba y error en el proceso de la verdadera convergencia mediática.
Los estudiosos de este fenómeno predicen que la metamorfosis tomará más tiempo del deseado, porque los modelos que funcionan en ambas plataformas difieren en sus ritmos de producción y los perfiles de sus audiencias.
Albert Montagut, uno de los mas respetables investigadores de estos procesos, penetró a fondo en el retablo de los problemas que gravitan sobre la convergencia en su documentada obra “Reset” y extrajo algunas conclusiones.
Una de ellas es que, a pesar de las resistencias a asumir la fusión por parte de empresas que manejan ambos medios , tarde o temprano “se verán obligados a iniciar una etapa digital en la que deberán de invertir de manera constante para contar con los recursos necesarios que la tecnología desarrolle en cada momento”. Montagut ha repasado, de punta a punta, cada uno de los factores que distancian a los periodistas “tradicionales” del impreso de los “nativos “ que propulsan el uso de las herramientas tecnológicas digitales.
Y ha enumerado pautas para estimular un trabajo unísono en áreas o secciones idénticas y en un mismo lenguaje, haciendo prevalecer siempre las reglas, valores e ideales del periodismo profesional en ambas plataformas.
“Es fundamental, dice, que los diarios cuenten con editores convencidos del cambio y editores que lo faciliten. Son ellos, los propietarios o responsables de los medios, quienes deben exigir jefes intermedios y equipos directivos de redacción y financieros, capaces, convencidos y conocedores de los dos ámbitos: impreso y digital”.
En síntesis, que las empresas periodísticas deben trabajar el presente “pero pensando en el futuro”, sabiendo que ese futuro cambiará de forma constante, apuntando hacia lo digital, que es la base que perdurará de ahora en adelante.
(Montagut ha tenido la cortesía de obsequiarme y dedicarme sus libros. Y con el más reciente, Reset, me expresó su deseo de que yo también logre “un buen reset”.)
