Santo Domingo, República Dominicana, martes 8 de octubre, 2024

Guillermo, Hipólito y Abinader

Si el Partido Revolucionario Moderno tenía más del 50% en el Distrito Nacional (54) decían algunas encuestas, si ganó en las tres circunscripciones ampliamente a nivel de los diputados, sí el presidente Abinader también logró la victoria con más del 50%, ¿cómo se explica que el candidato a senador, doctor Guillermo Moreno perdiera de Omar Fernández, candidato de un partido minoritario que no llegó al 30%?  

¿Cómo es posible que Guillermo Moreno, un ciudadano ejemplar, honesto, capaz, con un origen familiar de principios y valores que ha practicado durante toda su vida haya sido rechazado por una buena parte de los votantes de la capital? 

¿Por qué un hombre con sus cualidades, nieto del creador del “postumisno”, el poeta y educador Domingo Moreno Jiménez, a pesar del apoyo incondicional del presidente Luís Abinader, que ganó las elecciones en todo el país, incluso en la capital, haya perdido de un joven cuyo principal mérito es ser hijo del expresidente Leonel Fernández, el político con mayor tasa de rechazo del país, que pasó por la cámara de diputados sin dejar una impronta que lo catapultara políticamente, con una concepción ideológica más recalcitrante y atrasada que la de su progenitor, que es mucho decir? ¡No lo entiendo, alguien debe explicármelo bien! 

Haber votado por Omar Fernández, no por Guillermo Moreno, demuestra que la mayoría no siempre tiene la razón, porque lo racional, lo lógico, lo inteligente, era que la mayoría de los residentes en Santo Domingo votarán por el candidato oficialista. Puestos en una balanza, se inclina muy favorablemente hacia Guillermo. Eso creo.  

(Es duro decirlo, pero no todos los dirigentes del PRM obedecieron al mandato del presidente Abinader y del liderazgo del partido, no todos actuaron de buena fe, no todos fueron fieles y leales, pues incluso, lo sé de buena fuente, candidatos a diputados ordenaron votar en contra de Guillermo, algo insólito, pero cierto)  

La dirección del PRM debe reunirse y analizar ese fenómeno. Y ofrecer los resultados de la discusión. Y tomar las medidas necesarias para que no se repita. 

Guillermo Moreno no sólo recibió el respaldo del presidente Abinader, se lo echó encima, lo mismo hizo el expresidente Hipólito Mejía, que además de recibirlo en varias ocasiones en su casa, lo acompañó en más de una caravana, hizo un spot de radio y televisión, etc. Lo mismo hizo una parte importante de la dirección del PRM, encabezada por su presidente, José Ignacio Paliza, la secretaria general, Carolina Mejía, entre otros, incluyéndome, que, aunque no ostento ninguna posición en el partido, hice mía la candidatura de Guillermo. 

¿Qué pasó entonces? ¿Por qué perdió Guillermo, un hombre progresista, un profesional acabado, un luchador contra la corrupción, un patriota, con una concepción ideológica de izquierda?

Es posible -especulo- que Faride Raful haya sido un factor, por el hecho de que hasta el último momento estuvo reclamando la candidatura que le fue negada. Ella fue victimizada. “Le quitaron la senaduría a Faride, que es del partido, para dársela a Guillermo, que, hasta no hacía mucho tiempo, era un crítico del PRM y del gobierno como parte de la oposición”, dijeron muchos. Por el otro lado, dirigentes del PRM alegaban que “los números no les daban a Faride”, que “las iglesias la rechazaban por su respaldo a las tres causales”, etc.

Mientras el partido oficial se pasó varios meses negociando con “Alianza País” un acuerdo político, Omar Fernández caminaba solo ganando espacio y tiempo. También se victimizó. Ahora dice que venció al propio presidente Abinader, lo cual no es cierto, al contrario, Abinader obtuvo cerca de ocho mil votos más que él.  

Lamento que una buena parte de la juventud, sobre todo del PRM, a la que debo suponerle algún nivel de educación y conciencia política, votara por Omar, más atrasado que su padre, que rechaza la tres causales y que corrió despavorido al llamado de las iglesias. (Más de 80 mil perremeístas votaron por Omar, no por Guillermo, a pesar del llamado reiterado del presidente Abinader y de la dirección del partido. ¡Una barbaridad!) 

La llamada “nueva generación” o futura “generación”, no está bien entrenada, educada y socializada; ni siquiera organizada y disciplinada políticamente. Hay un problema cultural muy serio entre un sector de la juventud dominicana, transculturizada, alienada y perdida, dándole paso a lo insulso, lo vulgar, lo estrafalario, lo feo y denigrante, siguiendo los disparates, las excentricidades y perversidades de las redes sociales. El PRM debe invertir tiempo y recursos en la educación y formación de la juventud dominicana. 

La división que subyace en el PRM se evidenció, principalmente en la capital, no así en otras demarcaciones. Los aspirantes a la nominación presidencial no están, de momento, en otras demarcaciones, están en la capital, donde querían demostrar fuerza y poder. 

Algunos candidatos a diputados, patrocinados por funcionarios claramente evidenciados, trabajaron por sus candidaturas, no por la candidatura de Guillermo Moreno. Solo así se explica que el PRM ganara abrumadoramente en la circunscripción uno, en la dos y en las tres. Es decir, el PRM gana a nivel de la cámara de diputados, pero pierde en el senado, que solo es uno. No tiene sentido. Consciente o inconscientemente a Guillermo le hicieron una vaina que impidió su victoria. 

Ahora bien, es bien social que es Guillermo, ese ciudadano sin cola que le pisen, que ha luchado en contra de la corrupción, ese valor ético y moral, no se puede perder en la bruma de una campaña electoral. El presidente Luis Abinader bien podría utilizarlo en el Ministerio Público, en el Ministerio de Justicia que pronto se aprobará o en cualquier otra posición. Si él está de acuerdo, obviamente. 

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