Por José Manuel Luna Valiente
asesor de Transformación Policial
La imprescindible restauración institucional fue el impulso para el conjunto de reformas de las políticas públicas nacionales, anunciadas en agosto de 2021 como es la reforma policial.
Al finalizar ese año, el plan institucional “Diálogo de las Reformas 2021”, propuso la actualización policial como un tema prioritario en la agenda de gobierno y como una de las demandas más importantes por parte de la sociedad dominicana.
En el documento consta la necesidad de modificar el programa de formación académica de los integrantes del cuerpo del orden, el enfoque de los mecanismos de coacción de cara a los Derechos Humanos, el fomento de una cultura policial al servicio de los ciudadanos y la reestructuración de los perfiles de ingreso y egreso, entre otros aspectos.
Aunque la posibilidad de una transformación policial en el país se había tratado en años anteriores, hasta ese momento no se había ejecutado plenamente. Esta reforma es diferente a esos esfuerzos previos en el enfoque por la calidad de vida de los miembros de la Policía Nacional a través de una formación educativa integral y de excelencia; además de las mejoras implementadas en cuanto a los incrementos salariales, que ronda los US$500, más incentivos.
Otro de los aspectos diferenciadores de esta nueva y verdadera etapa de la transformación de la Policía Nacional, es la atención que ha recibido de parte del presidente Luis Abinader, quien se ha ocupado directamente en el establecimiento de la estrategia y el logro de avances significativos.
La educación es el camino
En Hatillo, San Cristóbal, la Escuela de Entrenamiento Policial Mayor General (r) Eulogio Benito Monción está experimentando la transformación integral a partir de los cambios realizados en el currículum de la institución, de acuerdo con informaciones de su director, el coronel Jorge Landeta Estrella, para quien “la reforma es de todos, y es un hecho”.
El programa académico actual de este recinto exige a los conscriptos un tiempo de entrenamiento importante, que incluye el tema de Seguridad Ciudadana, y una pasantía de labor preventiva de campo. Otro de los cambios notables es que anteriormente la escuela no contaba con una guía para el perfil de los estudiantes, sino que se tenían requisitos de entrada. Con las modificaciones implementadas en el currículum actual, se tiene un enfoque basado en la adquisición de competencias de los agentes, entre las que se encuentran capacitaciones en materia de Derechos Humanos.
La escuela ha actualizado los lineamientos de reclutamiento y selección de los agentes, entre ellos aplicar una prueba psicológica que comprueba la salud mental de los estudiantes previo al manejo de armas y la fuerza, y se encarga de impartir cursos de actualización a los egresados en temas claves para el ejercicio policial como; Derechos Humanos, Derecho Constitucional, Manejo de Conflictos e Inteligencia Emocional, entre otros.
Con una capacidad de 850 miembros varones y 150 miembros mujeres, la institución está equipada con 2 laboratorios de informática, 5 pabellones, cocina, áreas de entrenamiento, armería, polígono de tiro virtual, polígono de tiro físico y prueba 16FCP (para el porte y el manejo de armas de fuego). En cuanto a recursos tecnológicos se han estado planificando cerrar acuerdos con el Infotep para la formación técnica de los agentes y la canalización de laptops y tablets a través del Ministerio de Educación.
El personal académico lo componen 51 instructores, egresados de la escuela de cadetes, quienes imparten conocimiento técnico de formación policial, en disciplina de rutina, manejo de armas, protocolos operativos, etc. Al mismo tiempo, 10 docentes se dedican a la parte doctrinal jurídica, a impartir los temas de derechos constitucionales y humanos, derecho procesal penal y temas de psicología y deontología policial, entre otros.
La reforma policial contempla capacitaciones en el tema de resolución de conflictos y coloca la seguridad ciudadana como centro, debido a que define al agente como un servidor público. Actualmente, la meta es lograr la capacitación de aproximadamente 40 mil miembros de la institución, a través de la educación complementaria.
La educación continua es actualmente la oportunidad que visualiza la alta dirección del cuerpo del orden para lograr los cambios que se detallan en la agenda de la transformación policial y ahí la escuela Mayor General Eulogio Benito Monción cumple un rol transversal para alcanzar este objetivo. La expectativa del coronel Landeta Estrella es que los policías continúen su proceso de formación cursando maestrías y que tengan acceso a cursos de actualización al menos cada 3 años.
Buscando nuevos talentos
Si hay un punto trascendental para continuar el proceso de reforma policial radica en la atracción de jóvenes interesados. Justamente se realizan acciones de captación de talentos a través de la llamada Policía de Proximidad y de la Policía Juvenil Comunitaria, que opera en las provincias. Landeta considera que existe también una oportunidad de captación a través de la implementación de un Bachillerato en Seguridad Ciudadana.
Para cumplir con las reformas que plantea esta nueva etapa de formación integral para la policía, se precisan de más centros de entrenamiento. Además de la academia que está en Hatillo, existe una escuela de entrenamiento disponible en San Pedro de Macorís con 149 miembros y con capacidad total de 200 y se prevé abrir las puertas de dos nuevos centros en Boca Chica y Río San Juan.
En el caso de la escuela de entrenamiento que estará en funcionamiento en la zona de Boca Chica tendrá una capacidad de 1,200 estudiantes, mientras que la de Río San Juan albergaría a 2,000 miembros.
A juicio del coronel Landeta Estrella, desde la implementación de la reforma policial, se siente un verdadero cambio significativo e integral en la institución, que se demuestra en la voluntad de las autoridades de aplicar cambios que contribuyan a dignificar la labor de los agentes y el tratamiento con la atención a los ciudadanos.
