La sobrecarga de noticias está colapsando a las plataformas informativas del mundo, provocando una creciente tendencia hacia la evasión de esos contenidos entre los millones de usuarios o lectores.
La fatiga informativa, como se le llama a este fenómeno, está visibilizando sus efectos en una disminución gradual del ritmo de suscripciones de pago en portales de noticias digitales e impresas.
La gente quiere consumir otro tipo de contenidos, preferentemente aquellos que no les generen inquietudes o perturbaciones persistentes, como ocurre en el caso de las “malas noticias” sobre las guerras, las enfermedades, los agobios economicos y las catástrofes asociadas al cambio climático.
Buscan ahora otras opciones que, sin despreciar la lectura de noticias relevantes para el futuro de la humanidad, les proporcionen espacios de entretenimiento, de aprendizajes de oficios y destrezas útiles para sus vidas e intereses individuales.
Los formatos de audio, video o boletines especializados, inclusive en modo texto, atraen ahora la atención y esta tendencia abre nuevos nichos para la captación de usuarios o lectores.
Los grandes medios, impresos o digitales, viendo el auge de esta tendencia, apuestan a estos nuevos formatos introduciendo cambios sustanciales en sus tradicionales ofertas de contenidos.
Más que noticias, como dijimos la semana pasada, los usuarios se inclinan por otro tipo de productos imformativos que les provean conocimientos o habilidades.
Desde que los “Chabots “ de la Inteligencia Artificial mostraron sus poderosos y eficaces motores de búsquedas de noticias, muchos usuarios se valen de ellos, y no propiamente de los periodicos digitales, para estar al día.
Y en la medida en que las plataformas de Tik Tok y You Tube , así como la de Netflix y otras productoras de streaming , van acaparando las audiencias, las de Facebook y X (antigua Twitter), declinan en sus fortalezas como canales de noticias.
Frente a estas turbulencias, los medios apresuran nuevas apuestas hacia contenidos que expliquen cuestiones complejas ofreciendo noticias que no solo señalen problemas sino que aporten soluciones, como lo dice el último informe anual de Reuters Institute y la Universidad de Oxford.
Estas apuestas también privilegian historias humanas más inspiradoras, asi como enfoques más entretenidos y divertidos para remediar los síntomas brutales causados por la “infodemia” y su más nociva subvariante, la fatiga y evasión de las noticias.