¡El pueblo dominicano tomó la decisión, hace más de tres años, de darle la espalda al pasado y mirar al frente! ¡Ni un pasó atrás ni para coger impulso!
El Partido de la Liberación Dominicano y la Fuerza del Pueblo representan lo mismo: corrupción rampante, robo descarado de los recursos del Estado.
Los que llegaron en “chancletas y salieron en yipetas”, no volverán al poder nunca más. Ahora, bajo la dirección del presidente Luis Abinader el presente luce luminoso, las expectativas de éxito y progreso son cada vez mayores.
El país ha tomado el camino del estudio, el trabajo y la decencia, independientemente de “cualquier indelicadeza” que pueda cometer algún funcionario o dirigente del partido, porque, contrario a lo que ocurría durante los 20 años que Leonel Fernández y Danilo Medina gobernaron el país, la corrupción y la impunidad, eran comunes, eran el pan nuestro de cada día; no había consecuencias para los delincuentes de cuello blanco.
Ahora, bajo la tutela de Luís Abinader, las cosas son distintas: el que mete la pata, el que se equivoca creyendo que el PLD sigue en el poder, paga las consecuencias, siendo sometidos a la justicia, excomulgados, cancelados o sacados de la posiciones que ocupas en tanto las investigaciones del Ministerio Público y los jueces determinan los niveles de responsabilidad penal o criminal. Las cosas ya no son como antes. ¡El pasado bochornoso y vergonzoso quedé atrás!
El Partido Revolucionario Moderno (PRM) inició la campaña electoral en el plano municipal con actos estremecedores marcando el rumbo del triunfo. Tanto Santo Domingo, como Santo Domingo Este, sin esteroides, movilizaron a cientos de miles de personas. Pocas veces había visto manifestaciones tan grandes. Parecía un cierre de campaña, dejando a la oposición sin palabras. No pudieron reaccionar ante tanta fuerza, ante tanta espontaneidad de la gente que salía de sus hogares para expresar apoyo y solidaridad.
El PRM está unido alrededor del presidente Abinader y de los candidatos en las distintas demarcaciones. Dio Astacio será el nuevo alcalde de Santo Domingo Este a partir del mes de febrero, lo mismo que Carolina Mejía, que ha logrado un apoyo cercano al 80%.
Puedo pronosticar, desde ahora, que el PRM logrará ganar en la mayoría de los municipios grandes, muy representativos en términos de votos, al igual que en los distritos municipales. El PRM ganará más del 70% de los municipios. ¡Ya lo verán!
En las elecciones congresuales sucederá más o menos lo mismo: el PRM barrerá con, por lo menos, 25 senadores, incluyendo Santo Domingo, con Guillermo Moreno, y la mayoría de los diputados. ¡Esa pela va!
A los que sueñan con una “segunda vuelta” debo decirle que su billete saldrá pelado, porque no habrá segunda vuelta. Luis Abinader ganará “mucho a poco” contra sus adversarios. Leonel no llegará ni siquiera a un 30% mientras que Abel Martínez es un muerto político que no llegará a un 15%. Juntos: Leonel, Danilo, Abel y Miguel Vargas, que no saca una gata a mear, no tienen ninguna posibilidad. Tienen que ir pensando en lo que harán después que pierdan las elecciones abrumadoramente, tanto en febrero como en mayo. El pueblo dominicano no quiere una segunda vuelta, no tiene cultura política de segunda vuelta. Sería un salto al vacío similar al de Argentina con el loco de Milei.
Pocas veces había visto y sentido al presidente Abinader tan eufórico, ni tan entusiasmado con los actos multitudinarios del pasado domingo. No era para menos, porque el pueblo le mostró su respaldo de una manera apoteósica.
Después de ver lo que ocurrió el pasado fin de semana no tengo ninguna duda que Luís Abinader seguirá gobernando el país durante los próximos cuatro años. y lo hará mejor en el segundo periodo que en el primero, porque probablemente no tenga que enfrentar una pandemia, una crisis económica y más de una guerra. El camino del progreso y el bienestar será más expedito. ¡Ojalá que durante el nuevo gobierno llueva café, presidente!