La acusación que recibió el martes el ex presidente Donald Trump, de conspirar para defraudar a los Estados Unidos, conspirar para obstruir el procedimiento oficial, obstrucción de un procedimiento oficial y conspiración contra los derechos de los ciudadanos, daña aún más sus pretensiones de conseguir la nominación del Partido Republicano y ganar las elecciones del 2024.
Trump compareció el jueves ante la corte en el Distrito de Columbia, la capital y respondió “si” a la jueza Moxila Ubadhyaya que conoce su caso. Trump se declaró no culpable de los cuatro cargos que se le imputan y fue dejado en libertad tras el breve arresto. En una declaración a la prensa, dijo que es objeto de una persecución política.
El ex presidente fue acusado por un gran jurado de los cuatro cargos por su participación, bien documentada, en un esfuerzo para revertir los resultados de las elecciones presidenciales del 2020, ganadas por el actual presidente Joe Biden, pero los cuales son negados hasta ahora por el ex presidente.
“El propósito de la conspiración era revertir los legítimos resultados de la elección presidencial del 2020 mediante el uso de reconocidos falsos reclamos de fraude electoral para obstruir las funciones del gobierno mediante los cuales los resultados son colectados, contados y certificados”, dijo la acusación del fiscal especial del caso, Jack Smith ante la prensa.
Con el del martes el ex presidente Trump carga con tres acusaciones de conspiración y obstruir la justicia, lo que hace más difícil que pueda recuperarse de aquí al año que viene, aunque una encuesta divulgada el lunes por The New York Times, presenta un cabeza con cabeza entre el ex presidente y el incumbente de la Casa Blanca, Biden.
La jueza Upadhyaya nació en India y se nacionalizó norteamericana. Tiene estudios en periodismo, artes y derecho en la Universidad American, del Distrito de Columbia. En todos sus estudios recibió cum laude o magna cum laude. Fue nombrada en el puesto en septiembre de 2022. Tras su graduación trabajó con el reputado juez de la Corte de Apelación del DC, Eric Washington.
Quieren a Giuliani
En la mira de los fiscales están al menos cinco allegados al ex presidente Trump, el más notable de los cuales es Ruddy Giuliani, ex alcalde Nueva York, figura polémica en la barra de la ciudad y quien se mencionó como asesor en materia de seguridad del entonces candidato presidencial y actual presidente dominicano, Luis Abinader.
Giuliani aceptó recientemente que hizo “falsas” declaraciones acerca de dos trabajadores, Ruby Freeman y su hija, Wandrea Moss, cuando él los acusó de pasar de manera secreta puertos de USB como si fueran recipientes de heroína o cocaína. A Guiliani se le considera “co-conspirador número 1, sugirió su abogado, Robert costello la noche del martes.
Los demás supuestos co-conspiradores al parecer son John Eastman, Sidney Powell, Jeffrey Clark y probablemente, Kenneth Chesebro, todos bien allegados al ex presidente Trump y actores durante los hechos del 6 de enero de 2020, frente al capitolio cuando una turba llegó a la Casa Blanca para ofrecer apoyo al ex gobernante y de ahí marchó de manera masiva al capitolio, cosa que lograron con saldo de varios muertos y heridos.
Muy quitado de bulla, Trump siguió en campaña ayer y llamó al sometimiento “cacería de brujas”, pero más quitado de bulla estaba el presidente Biden quien no vio las tomas televisivas del traslado del ex presidente desde Newark, donde tiene un club de campo Washingtom, DC, ida y vuelta.
Biden, no con pocas mortificaciones por el caso de su hijo Hunter Biden sometido a la justicia por supuesta corrupción, había anticipado que no vería la causa del ex presidente. En cambio, prefirió irse al balneario de Rehoboth en su estado Delaware para pasear en bicicleta acompañado de un puñadito del servicio secreto.
Con la comparecencia del jueves ante la jueza Upadhyaya, Trump ha sido llamado tres veces a juicio y tiene pendiente otros dos más y comparecer en Georgia por acusaciones en su contra derivadas de su participación en un complot para influir a su favor en las elecciones de ese estado. Trump concilió con otras acusaciones formuladas por familiares.
La foto que ilustra este trabajo tomada del portal de NBC News, refeja el estado de ánimo de los dos políticos y recuerda la canción que tenía siempre en su repertorio el trompetista Louis Armstrong: “Cuando estás sonriendo, el mundo entero sonríe contigo…..”, pero cuando lloras cae sobre ti la lluvia”. Trump pasa ahora un momento difícil.
Puede recuperarse
Eso no quiere decir que el astuto político de 77 años, tres años menos que Biden, no pueda recuperarse del percance. Una mala señal es que todos los aspirantes presidenciales del Partido Republicano se hayan echado a un lado frente al juicio y que las multitudes no acudieran al edificio de la corte para mostrarle su apoyo.
La impresión de que los juicios, la continuación del seguido el pasado jueves está pautada para el 28 de agosto, podrían dañar mucho las posibilidades presidenciales para el año que viene son extendidas. Analistas jurídicos entrevistados por varios programas de televisión la noche del jueves, coincidieron en que podrían ser abrumadoras las pruebas de que el ex presidente cometió delitos graves.
Si el juicio fuera televisado a nivel nacional, eso haría que los problemas del gobierno de Biden quedaran a un lado y la audiencia cautiva de las grandes cadenas pudiera influir mucho en los electores. Otra cosa es que los aportes de campaña en favor de Trump disminuyan, aunque desde que abandonó la Presidencia ha tenido un flujo de recaudaciones muy robusto.
Uno de los juristas dijo que “en el caso de Trump versus el sistema de justicia, la regla de la ley está ganando. Hasta ahora”. Otro escritor sugiere lo difícil que será para Ron De Santis, el conservador gobernador de Florida y aspirante a la candidatura republicana, destronar el liderazgo de Trump. Igual aspirante, Chris Christie, otro que está quitado de bulla, estaba ayer en Ucrania, adonde visitó al presidente Zelensky.
