Por José Francisco Peña Guaba
En este nuevo mundo light se quiere reconstruir un nuevo ciudadano,que tenga nuevos hábitos de vida y de consumo, por eso se auspicia una vida sin valores, comidas sin calorías, postres sin azúcar, chicharrones sin grasa, lecturas sin aprendizaje, bebidas sin alcohol, derechos sin deberes, café sin cafeína, y claro también, política sin políticos.
Se lucha contra todo lo tradicional y los nuevos paradigmas, solo buscan que todo sea diferente sin sentarnos a pensar que muchas de las cosas del pasado pudieron ser mejores, esta nueva generación idiotizada por una tecnología deshumanizada que nos hace encerrados en nuestros propios mundos, en donde nuestras prioridades egoístas nos separan hasta de nuestras propias familias.
En esa búsqueda incesante de todo lo diferente, se aspira a estructurar una sociedad libre de los partidos políticos, organizaciones responsables, al pensar de muchos de todos los males de la República, creo que en parte los que así piensan tienen razón, solo que ¿por quién los cambiaríamos? ¿por representantes de la sociedad civil?, que casi siempre son de élite, que no representan a ningún sector específico de la población ni establecen vínculos reales con los electores, ¿o lo cambiamos por los gremios empresariales?, esos mismos que sin mea culpa alguna de manera agiotista y desconsiderada le suben indiscriminadamente los artículos de primera necesidad al pueblo.
¿A quién le entregamos la dirección política del país? ¿a los oportunistas o lobbistas?, que solo aprovechan la ocasión o el momento para que en alevosa acechanza asaltar los cargos públicos y de los dineros de los contribuyentes en pingües negocios que hacen con los gobiernos.
A los políticos se nos acusa de todo, y en una campaña feroz las bocinas, la opacidad civil quieren sindicar a los cuadros políticos como beneficiarios de las fortunas de la corrupción, pero que buenose hable de corrupción, porque aquí en las dos operaciones que se han realizado “antipulpo” y “coral” hay de todo menos un verdadero dirigente político, ¡¡¡porque hasta supuestos pastores hay!!!
Los auténticos políticos son los dirigentes de los partidos políticos, no enganchados que se enrolan en la actividad solo para conseguir cargos, pero que nunca han hecho vida orgánica en los partidos, les demostraré que la verdadera clase política está afuera de los espacios de participación real del poder, en este decálogo del oportunismo,veamos los beneficiarios de los gobiernos y de los puestos electivos:
La política sin políticos es ya una realidad, que va creciendo galopante en todo el país, trabajan los cuadros políticos para queotros tengan los cargos, las candidaturas y los negocios también, pero a los que se le acusa diaria y permanentemente es a la clase política, que no somos “una monjita de la caridad”, pero no somos los dueños de las inmensas fortunas que se ha llevado la corrupción en el país.
Harán mil operaciones anticorrupción, ¡y, qué bueno que así sea! para que cada quien sea responsables por sus hechos, apoyamos la cruzada moralizadora del presidente Abinader, pero mientras más se abra la caja de pandora de la corrupción, veremos a muchos que sin vínculos reales con los partidos son los grandes beneficiarios del Estado.
Lo peor es que los políticos seguiremos siendo tontos útiles de los que tienen el dominio económico, y no seremos capaces de defender con gallardía lo que mucho no ha costado ni siquiera nuestra honra,porque han hecho creer a la población que nosotros somos los corruptos, y los demás mansos corderos, la clase política tendrá que despertar, y con ello los 28 partidos reconocidos con que contamos,sino se hará más realidad “la política sin políticos”.
Termino con una frase del novelista, Paulo Coelho: “La peor parte de una sociedad manipulada por política, es ver a pobres defendiendo a ricos culpables de su pobreza”.