Muchos entienden que el Gobierno lanza ‘globos de ensayo’ sobre algunos temas para que de acuerdo a como reaccione la sociedad, decidir en consecuencia. Otros creen que el Gobierno no resiste las críticas a determinadas medidas por lo que cuando una iniciativa es ‘bombardeada’ las echa para atrás, las retira, las saca de la discusión pública.
Los ejemplos sobran. Recién podríamos citar, el ‘contrato’ de los $40 millones de pesos para la puesta en escena de la obra teatral ‘Mariposas de acero’ que involucró los ministerios de Cultura y Educación; la marcha anunciada por la diáspora haitiana en República Dominicana; el proyecto de amnistía fiscal.
También resaltan las controversias entre funcionarios gubernamentales y de funcionarios con sectores de la sociedad, incluyendo medios de comunicación, analistas, comentaristas, sobre casos como del Fentanilo, los cursos de inglés por inmersión, los apagones, los medicamentos de alto costo.
Sobre el fentanilo, las estadísticas responsabilizan esta droga de la muerte de más de cien mil personas en Estados Unidos, la gran mayoría jóvenes y en especial universitarios, una situación que provoca preocupación, pronunciamientos y acciones desde la misma Casa Blanca y el presidente Biden.
Ante esa realidad, la alarma ha llegado al país, donde organizaciones como Hogares Crea, medios de comunicación, como Listín Diario y El Informe con Alicia Ortega, aseguran hay indicios firmes de la presencia de la droga en las calles dominicanas.
¿Porqué, me pregunto, no reconocerlo y se niega rotundamente?
Luis Abinader predica un gobierno de transparencia y ha dado notaciones evidentes de ello, pero sus funcionarios deben procurar que la gente lo crea y lo acepte.