Vigo, Galicia- Los diarios vigueses recién destacaron dos notas en las que se marcan excelentes contrastes caribeños. En uno se encarna el colonialismo, otro abre la puerta a liberarse de él.
La nota de mayor impacto fue la del Presidente de EEUU, Donald Trump, y su anuncio de la destitución de cinco de los siete integrantes de la Junta de Supervisión Fiscal que atienda la quiebra y finanzas de Puerto Rico.
De inmediato analistas locales intercambiaron sus pronósticos en sentido de que Trump nombrará a nuevos integrantes con interese de pagar $12.000 millones a bonistas de la AEE que la anterior Junta habría propuesto el pago de esa deuda nada más en dos mil millones.
El escenario del posible nuevo pago conllevaría a un largo período de años de pagos de esta deuda e incrementaría el cargo por servicio eléctrico y con ello el costo de la vida en Puerto Rico por ese largo período del tiempo a determinarse.
Los analistas cifran esperanzas en la corte que atiende la quiebra de Puerto Rico.
En contraste, la vecina isla de Granada retiró su juramento de lealtad a la Corona británica tras un acuerdo entre el Gobierno y la oposición para enmendar la Constitución y avanzar hacia su independencia definitiva del Reino Unido.
El juramento se hará a Granada en en vez de a ‘Su Majestad el rey Carlos III, sus herederos y sucesores’ y estarán obligados a prestarlo al gobernador general –representante del monarca en el país caribeño–, los miembros del Parlamento, los ministros o secretarios legislativos y cualquier «ciudadano por matrimonio» que deba jurar.
El nuevo orden viene en medio de las peticiones de reparaciones de siglos de colonialismos en el Caribe y en otros países del continente latinoamericano.
Del mismo modo, la nueva norma establece que «cuando en cualquier ley escrita que prescriba un juramento aparezcan las palabras ‘nuestro Soberano Señor el Rey’, esas palabras serán suprimidas y se sustituirán por las palabras ‘el pueblo de Granada’».
Mientras una nota pequeña del fin de semana presenta a la gobernadora puertorriqueña Jenniffer González celebrando su cumpleaños en un lujoso hotel de San Juan y su desfile de VIP al estilo farandulero. Algunos boletos escalaron a $2,500.
Y es cuando le recuerdo que “en los pueblos como los individuos, la virtud es resistencia a los halagos del mal enmascarados con el atractivo de nuestras propias perversiones”, Eugenio María de Hostos.