El impacto de la crisis en Haití afecta directamente y pone en riesgo la estabilidad de la República Dominicana.
Por ello, es totalmente correcta la convocatoria del presidente Abinader a los tres expresidentes que tiene el país: Hipólito (PRM), Leonel (FP) y Danilo (PLD).
Los cuatro, tres expresidentes y el gobernante en ejercicio, han gobernado el país los últimos 29 años (1996-2025) por lo que cargan sobre sus hombros la responsabilidad de actuar frente a la seria situación que nos significa el estado de crisis institucional y violencia que acusa a nuestros vecinos.
Ante esta convocatoria directa de Abinader, resultan baladíes las quejas de opositores de que muchas medidas ya están en aplicación, de que no están de acuerdo con tal o cual acción, que se debe o debió ser de esta o aquella manera y, sobre todo, que con el enfrentamiento decisivo a la desenfrenada migración de indocumentados, y sus efectos, se procura ganar capital político.
“Tenemos una situación en Haití sin precedentes históricos… por lo tanto, ello enfrenta a retos sin precedentes a la República Dominicana… y yo le hago una invitación personal a los expresidentes, a que nos reunamos… ojalá hacerlo los cuatro juntos. Si no, yo lo hago de manera separada. Si alguno de ellos no quiere venir a Palacio, coordinamos donde reunirnos. Pero yo pienso que tenemos que tener una actitud de unidad nacional en este tema”.
Esta declaración pública es clara, no deja dudas ni suspicacias. Es una propuesta que obliga a los expresidentes a aceptarla y actuar en consecuencia. De lo contrario estarán enseñando el refajo sobre un tema tan grave e ineludible para el presente y futuro inmediato del país.