Manuel A. Tobías
Especial para HoraxHora
En medio de una creciente oleada de la violencia callejera, los grupos de presión en Haití –políticos y empresarios, principalmente- arrecian sus denuncias y críticas contra República Dominicana, tomando como eje la decisión del Presidente Luis Abinader de poner impedimento de entrada al país del ex ministro Claude Joseph y doce jefes de las pandillas de delincuentes armados que controlan las calles y sectores de esa nación.
Claude y esos grupos de presión, apoyados por los pandilleros, tratan de derrocar el regimen del Primer Ministro Ariel Henry con violentas manifestaciones callejeras, mientras hacen campaña interna azuzando sentimientos de odio y resentimientos contra los dominicanos, por lo que la decisión del Gobierno de Abinader –ejecutada en un uso de su soberanía y protección de la nación- sobre el ex ministro y doce pandilleros ha ‘unificado’ esos criterios aún de serios contrarios políticos y empresarios haitianos que pugnan por el poder.
Frente a la dura situación, con tendencia a agravarse, que se vive en Haití, la posición diplomática, mesurada y de demanda de la intervención de la comunidad internacional, el Gobierno dominicano ha pasado de la retórica a la acción, demostrada con la decisión contra Claude y los pandilleros.
El Presidente Abinader ha sido vehemente en la demanda del Estado dominicano de exigir a la comunidad internacional –en especial a naciones como Estados Unidos, Canadá y Francia, que se han identificado como altamentepreocupados por la situación de Haití- que acuda en ayuda la nación haitiana con medidas economicas, de apoyo logístico, profesional, técnico y hasta de seguridad para tratar de restablecer un sistema institucional que pudiera zanjar el estado de inseguridad, extrema pobreza e inestabilidad política.
Los planteamientos de Abinader se basan en que en la medida en que Haití fuera resolviendo sus escollos políticos, economicos y sociales, la República Dominicana tendrá menos presión por parte de la inmigración masiva que hoy se produce y que se ha situado en los alrededor de un millón de nacionales de ese país, la generalidad ilegales e indocumentados, que hacen vida en el lado este de la isla.
Es de esperar, en este escenario, que el Presidente Abinader insista en el tema de la ingtervención de la comunidad internacional en Haití, durante su visita a Washington esta semana y en su discurso y contactos en Naciones Unidas, la tercera semana de septiembre.
Las reacciones
El Listin Diario publicó una amplia información, el pasado 12 de septiembre, que pone en contexto como ha sido la reacción haitiana a la medida del Gobierno dominicano. Cita el Listín en dos párrafos:
“Echando a un lado sus diferencias políticas con el excanciller haitiano Claude Joseph, políticos y exlegisladores de Haití han cerrado filas en su defensa, con un ataque en cadena contra el decreto presidencial que prohíbe la entrada al país del polémico exministro, recurriendo a calificativos tan fuertes como “repugnante”, “afrenta”, “perjudicial”, “odio”, “intolerable”. Fue Yuri Latortue, el exsenador del Artibonite haitiano, autor del calificado “repugnante” y “una afrenta” a la medida del presidente Luis Abinader que cierra entrada a Joseph, feroz autor de una línea de ataques al país, que se autoproclama protector de sus connacionales, de quienes dice se les discrimina y maltrata aquí.
En la misma línea de repudio a la medida del ejecutivo se han unido otras figuras de la vida política y legislativa de Haití, entre estos algunos con marcadas divergencias políticas con el exministro de Exteriores. En una entrevista con el diario le Nouvellistic, el exparlamentario dijo que el decreto es “repugnante”, y que “no podemos aceptar que el nombre de Claude Joseph esté en esta lista junto a los de los líderes de las pandillas”. En efecto, Latortue pidió a su gobierno que corrija esa situación “lo antes posible”. Y el exdiputado Abel Descollines considera que el gobierno no debe permanecer indiferente a la decisión del Estado dominicano, alegando que esto “puede contribuir a empañar la imagen y la reputación de Haití”.
Asimismo, Diario Libre, en una nota que publicó el 8 de septiembre, cita la reacción de Claude Joseph a la decisión del Gobierno dominicano:
“El exprimer ministro interino de Haití, Claude Joseph, consideró este jueves “un honor” que el gobierno dominicano le haya prohibido la entrada a la República Dominicana junto a 12 líderes de bandas haitianas.
“El presidente Luis Abinader me prohibió el ingreso a República Dominicana. Me cataloga como el enemigo número 1 de los racistas dominicanos. No es una sanción. Es un honor. Lo recibí en nombre del padre Desalin, Tousen y Kristóf. Seguiremos luchando por construir el país en las dimensiones de la historia”, dijo el exfuncionario haitiano en dos mensajes publicados en su cuenta de Twitter.
Joseph sostuvo también que fue prohibida su entrada porque se opone al proyecto de los líderes dominicanos de hacer de ‘Haití el basurero’ de República Dominicana. “Tengo prohibido entrar a República Dominicana porque defiendo a Haití y a los haitianos, porque combato el antihaitismo primario contra mis compatriotas y porque me opongo al proyecto de los líderes dominicanos de hacer de ‘Haití el basurero’ de República Dominicana”.
