El aceite de oliva es un ingrediente esencial, especialmente utilizado en la dieta mediterránea, que tiene múltiples beneficios, tanto por el sabor que aporta a las comidas como por su valor nutricional. Se trata de un aceite natural extraído de las aceitunas, el fruto del olivo. Alrededor del 14% de ese aceite son grasas saturadas, mientras que el 11% son poliinsaturadas, como los ácidos grasos omega-6 y omega-3.
Pero el ácido graso predominante en el aceite de oliva es una grasa monoinsaturada llamada ácido oleico, que representa el 73% del contenido total de aceite. Se puede usar tanto en crudo como cocinado, y se recomienda elegir un aceite de oliva virgen extra de calidad para aprovechar al máximo sus propiedades.
Entre otros beneficios a la hora de cocinar se pueden mencionar los siguientes:
*Es el mejor emulsionante natural de cualquier alimento.
*Permite conservar de forma natural numerosos tipos de alimentos y además los enriquece.
*Aumenta el sabor y la textura de los alimentos.
*Ayuda a reducir el exceso de ácidos en el aparato digestivo, mejorando así la salud gastrointestinal y evitando la acidez.