Dentro de las constantes malas nuevas relacionadas con la pandemia del Covid-19, la semi paralización económica, llega una alentadora noticia referente al ascenso de los activos totales del sistema financiero dominicano.
Conforme al Informe trimestral de desempeño del sistema financiero de la Superintendencia de Bancos (SB), el nivel ascendió a RD$2.42 billones (52.7% del PIB), para un crecimiento nominal interanual de 18.6%, durante los tres primeros meses del este 2021.
Mientras, la solvencia se ubicó en el sitial histórico más elevado, con un índice alcanzado de 22.0%, reflejando un crecimiento interanual de 5.5 puntos porcentuales en el indicado período, mostrando claras señales de fortaleza y estabilidad durante este periodo analizado, indica un comunicado de prensa del organismo.
“Se trata de un nivel significativamente superior al requerimiento mínimo de 10% establecido en la Ley Monetaria y Financiera No. 183-02. Más de 18 puntos porcentuales, de los 22.0 puntos que alcanzó el coeficiente de solvencia, son de capital primario: el de mayor calidad y capacidad de absorción de pérdidas”, agregó.
Subrayó que los altos niveles de solvencia se explican, en buena medida, “por el incremento importante de 16.2% en las tenencias de activos de bajo riesgo, las capitalizaciones de utilidades que realizaron las entidades de intermediación financiera y la colocación de capital secundario”.
La nota precisa que al término de marzo de 2021, las captaciones totalizaron RD$1.83 billones (40.6% del PIB), presentando una tasa de crecimiento inter anual de 15%.
Agrega que en este mismo mes, la cartera de crédito ascendió a RD$1.28 billones (27.9% del PIB), mostrando un crecimiento de RD$64,416 millones en comparación con igual período de 2020.
El aumento interanual fue de 5.3%, menor que el promedio de los últimos cinco años (10.1%) y dentro de esa categoría, la cartera al sector privado experimentó un crecimiento interanual de 5.3%. En ese renglón, el crecimiento de la cartera en moneda nacional fue de 10.6% interanual.
El indicado informe destaca que la participación de la cartera al sector privado en moneda local se colocó en 82%, ganando 4 puntos porcentuales con respecto a marzo de 2020.
“En cambio, la participación de la cartera en moneda extranjera se redujo 4.2 puntos porcentuales en término interanual, al pasar de 21.9% a 17.7% de la cartera total”, sostiene, agregando que al cierre del trimestre, las tasas de interés activas y pasivas de la banca se situaron en 9.0% y 2.7%, respectivamente, alcanzando niveles históricos más bajos.
Las tasas de los préstamos de consumo registraron un incremento por tercer mes consecutivo, alcanzando el 15.4% anual, para un aumento trimestral de 2.8 puntos porcentuales.
Mientras que la tasa comercial continúa en descenso, con reducción de 1.3 punto porcentual en el primer trimestre, hasta alcanzar el 8.2% anual. Los préstamos hipotecarios permanecen estables y sin variación en 9.3% anual.
En otro orden, el documento señala que los bancos y asociaciones de ahorros y préstamos incrementaron significativamente sus provisiones hasta alcanzar los RD$59.8 mil millones, equivalentes a una cobertura de 217% del monto total de la cartera vencida. Solo durante los primeros tres meses de 2021, las entidades de intermediación financiera acumularon RD$8.3 mil millones con este objetivo.
Morosidad estable
La investigación comprobó que el índice de morosidad del sector privado permanece estable en 1.91%, mientras que la morosidad estresada del sistema ha aumentado a 9.92%, debido al incremento de las reestructuraciones, que acumularon el 6.47%.
De estos, 1.80% se deben a las Reestructuraciones Temporales (RT) correspondientes al régimen flexibilizado en respuesta al COVID19. Los créditos castigados de los últimos 12 meses aportaron el 1.17%, mientras que los demás componentes representaron el 0.37% del indicador.
El indicador de morosidad estresada es utilizado para proporcionar una visión más completa acerca del proceso de gestión de riesgo de crédito en las EIF, así como la situación de su cartera de crédito.
Se construye combinando distintos indicadores que capturan el impacto de deudores que no se encuentran vigentes con sus obligaciones.
“Dicho indicador incorpora, además de la cartera vencida, la que está en cobranza judicial, las tarjetas de crédito con atrasos de 31 a 60 días, los créditos reestructurados y los castigos y adjudicaciones de los últimos 12 meses”, significa.
Las reestructuraciones temporales presentaron incrementos importantes previo al vencimiento del plazo del régimen de flexibilización regulatoria. Fueron parte de las medidas especiales adoptadas por la Junta Monetaria para amortiguar los efectos de la primera ola de la pandemia.
“El aumento ha sido de esperar”, sostiene la SB, “tomando en cuenta que las medidas vencieron el 31 de marzo de 2021, a partir desde cuando inició el tratamiento regulatorio gradual adoptado por la Junta Monetaria”.
Destaca que las entidades aprovecharon al máximo las medidas de flexibilización antes de que concluyeran, de forma que, tanto las entidades como los deudores se han aprovechado de las condiciones vigentes del mercado: tasas históricamente bajas y abundancia de liquidez en el sistema.