El tema de los inmigrantes ilegales, de refugiados que cruzan fronteras terrestres y marítimas huyendo de sus países por razones económicas y algunas veces políticas, fue puesto de nuevo en el tablero mediático internacional por un vehemente pedido contra el levantamiento de muros fronterizos de parte del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Y a la ACNUR había tenido controversias en República Dominicana cuando tomó partido directo con motivo de la sentencia 167-13 y la ley para registrar extranjeros indocumentados que residen en el país. La ACNUR, entonces, defendió a los inmigrantes haitianos y denunció xenofobia, ;persecuciones, maltratos contra los extranjeros.
“No construir más muros… hay muchos países que rechazan, que construyen muros, que no aceptan a los migrantes y refugiados que incluso llegan en barcos haciendo viajes muy peligrosos».
El llamado fue del Alto Comisionado del Acnur, Filippo Grandi, con motivo de la celebración del día Mundial del Refugiado y del Desplazado. Llamó a los dirigentes y políticos de las naciones del mundo a «no construir muros» contra los migrantes y refugiados.
Grandi afirmó que «hay muchos países que rechazan, que construyen muros, que no aceptan a los migrantes y refugiados que incluso llegan en barcos haciendo viajes muy peligrosos».
Para el Alto Comisionado del Acnur agregó que «este rechazo, esta exclusión es terrible desde el punto de vista moral y además no soluciona el problema de la migración y del refugio, que solamente se resuelve constructivamente con acogida bien organizada y con la eliminación de la irregularidad”.
Calificó de «fantástica» la implementación de un Estatuto Temporal de Protección para migrantes, como ha hecho Colombia con los refugiados venezolanos porque significa «su inclusión en los servicios públicos, en la economía y es también una protección contra la explotación y el abuso, muy frecuentes en situaciones de desplazamiento en el mundo entero».
Al considerar que los refugiados también pueden contribuir y convertirse en una fuerza positiva para las comunidades que los acogen, Grandi resaltó que el objetivo es apuntar hacia la inclusión, hacia el momento en el que los migrantes puedan, si es posible, regresar a su país, que es la solución más duradera.
El informe sobre refugiados en el mundo divulgado por el organismo muestra que en el 2020 la cifra de personas que debieron abandonar sus lugares de origen alcanzó un récord de 82,4 millones. En cuanto a los venezolanos en esa condición, el organismo precisó que son 4,9 millones dispersos en varios países, de los cuales 1,7 millones están en Colombia.
