Redacción HoraxHora
La Oficina Nacional de Meteorología, Onamet informó que el huracán Beryl, disminuyó la fuerza de sus vientos a unos 250 KP/H, retornando de nuevo a categoría 4, pero todavía, continúa siendo un peligroso huracán, moviéndose rápidamente hacia el oeste/noroeste a unos 35 Kph y ubicándose a 280 km al sureste de isla Beata, República Dominicana.
Beryl atravesaba el martes aguas abiertas convertido en un monstruoso huracán de categoría 4, dirigiéndose a Jamaica, luego de tocar tierra en el sureste del Caribe, donde causó al menos seis muertes.
Según el Centro Nacional de Huracanes, se esperan que los vientos destructivos de Beryl toquen a Jamaica y a las Islas Caimán el miércoles por la noche. Lo que puede provocar fuertes lluvias e inundaciones sobre gran parte de las islas caribeñas.
Beryl permanecerá como huracán al acercarse la península de Yucatán y Belice el próximo jueves en horas de la noche.
El ojo de Beryl se encuentra a 175 millas al sur de República Dominicana y mantiene vientos máximos sostenidos de 155 mph, luego de tocar tierra en el sureste del Caribe donde causó la muerte de al menos cuatro personas.
Beryl también ha causado una gran destrucción de infraestructura en las islas de Granada y San Vicente y las Granadinas.
El primer huracán de la temporada atlántica se dirige mañana, miércoles, a Jamaica y amenaza también el sur de República Dominicana y Haití, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, en inglés) de Estados Unidos.
Hay una alerta por huracán activa en Jamaica, las islas Gran Caimán, Pequeña Caimán, Caimán Brac y toda la costa sur de Haití. Se tiene previsto que Beryl comience a perder intensidad el martes, pero seguirá teniendo una gran fuerza de huracán cuando atraviese Jamaica la mañana del miércoles, y pase cerca de las Islas Caimán el jueves y de la península del Yucatán, en México, el viernes, según el Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC por sus siglas en inglés).
El lunes por la noche, Beryl se convirtió en la tormenta de categoría 5 más temprana en la historia de la temporada de huracanes del Atlántico, alimentada por las aguas inusualmente cálidas del océano, aunque se degradó ligeramente hasta alcanzar la categoría 4.