Los tres imputados en el escándalo de la Lotería Nacional, Luis Dicent; William Rosario y Eladio Batista, ya están la cárcel de Najayo, cumpliendo la medida de coerción de un año en prisión, dictada por una jueza de atención de la pena, en relación al expediente denominado ‘Operación 13’.
El traslado se realice a primeras horas de este martes bajo estrictas medidas de seguridad desde la cárcel preventiva del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, donde se encontraban recluidos.
Igualmente, los agentes trasladaron a sus residencias a la presentadora Valentina Rosario Cruz, Jonathan Brea, Carlos Berigüete y Felipe Santiago Toribio, cumpliendo con la disposición de la jueza del juzgado de Atención Permanente del Distrito Nacional, Kenya Romero, la que les dictó arresto domiciliario y la colocación de brazalete electrónico. Mientras, se ejecutaron la orden de libertad dispuesta en favor de los imputados Rafael Mesa, Miguel Mejía y del camarógrafo Edison Manuel Perdomo Peralta. A los dos primeros se les dictó presentación periódica e impedimento de salida, mientras al tercero sólo se le impuso el pago de medio millón de pesos como garantía e impedimento de salida.
El grupo fue arrestado en el transcurso de 15 allanamientos realizados el sábado 12 de junio, con autorización judicial, en el Distrito Nacional y las provincias Monseñor Nouel y Santo Domingo, encabezados por los procuradores adjuntos Yeni Berenice Reynoso y Wilson Camacho.
El Ministerio Público acusa al exadministrador de la Lotería Nacional, Dicent, de incurrir en acciones que constituyen asociación de malhechores, estafa, lavado de activos y otros delitos.
Las investigaciones se originaron a partir de las denuncias sobre la presunta maniobra fraudulenta en la extracción de la tómbola del primer premio en el sorteo de la Lotería Nacional del 1 de mayo.
Como prueba fundamental, la parte acusadora presentó el video donde se aprecia al invidente Miguel Mejía cuando simula pasar el bolo a la locutora y conductora Valentina Rosario Cruz, en cuyas manos se observa el 13, número con el que decenas bancas de apuestas denuncian haber sido perjudicadas con pérdidas millonarias.
Refiere además que las maniobras fraudulentas del sorteo llevaron a sus organizadores, ahora imputados, a lucrarse con sumas millonarias en el territorio nacional y otros países en donde reside una elevada cantidad de dominicanos.
