Redacción HoraxHora
La revuelta constitucionalista que estalló el 24 de abril de 1965, de la cual se cumple mañana el 60 aniversario, es uno de los acontecimientos más trascendentes en toda la historia de República Dominicana.
En una época marcada por la Guerra Fría, en que abundaban las dictaduras, de izquierda y de derecha, oficiales dominicanos se levantaron, no para casarse con el poder, sino para que se respetara al sistema institucional.
Los militares que lideraron la conjura, entre los que se destacan los coroneles Francisco Alberto Caamaño y Rafael Tomás Fernández Domínguez, consiguieron que miembros de los institutos armados y el pueblo respaldaran su levantamiento en demanda de la vuelta al poder del profesor Juan Bosch, quien había sido derrocado a través de un golpe de Estado.
Los constitucionalistas depusieron al triunvirato que usurpaba el poder, encabezado por Donald Reid Cabral, pero la criminal intervención armada de Estados Unidos a partir del 28 de abril impidió que se restablecieran la Constitución y a Bosch.
Antes de la revuelta de abril, a causa del golpe de Estado Manuel Aurelio Tavárez Justo y un grupo de militantes del Movimiento 14 de Junio habían sido aniquilados en Las Manaclas, Bonao, en una acción guerrillera.
La revuelta de abril de 1965, en la que se calcula que murieron más de seis mil personas, en su mayoría civiles, dejó como legado la provocación que supone la violación de la Constitución y del sistema institucional.