Monseñor Ramón Alfredo de la Cruz Baldera fue consagrado obispo de San Francisco de Macorís en una eucaristía presidida por el obispo emérito de la diócesis, monseñor Fausto Ramón Mejía Vallejo, con la participación de los obispos de la Conferencia del Episcopado Dominicano (CED), el presidente de la República Luis Abinader y la vicepresidenta Raquel Peña.
Durante la homilía que tuvo una duración de tres horas, Mejía advirtió al nuevo ministrado que ser obispo no es un privilegio ni un honor, sino un compromiso y una misión de servirle al pueblo.
El obispo emérito enfatizó a De la Cruz que recibe una diócesis que representa tres provincias (Duarte, María Trinidad Sánchez y Samaná) de grandes recursos humanos y materiales en un proceso continuo de crecimiento y desarrollo en todos los aspectos.
El nuevo obispo aseguró que hará un ejercicio pastoral inclusivo y abierto para todos los sectores sin importar rango político económico y social, dispuesto a dialogar y escuchar a todos, incluyendo el movimiento feminista, el grupo LBTGI y los anarquista porque en esos sectores “hay mucha gente buena y bien intencionada”.