Redacción HoraxHora
Diez agentes policiales, incluidos oficiales y subalternos, siguen bajo arresto como parte de la Operación Pandora, un proceso dirigido por el Ministerio Público que desarticuló una supuesta red dedicada a la venta de municiones a bandas criminales en Haití.
Entre los implicados están el coronel Narciso Antonio Feliz, encargado de la custodia de armas, y el capitán Nelson Valdez, responsable del depósito de armas y municiones.
Según el expediente, el grupo habría sustraído más de 900 mil proyectiles, incluidos miles de balas de fusiles M-16 y AK-47, de uso exclusivo militar.
También se comercializaban municiones de 9mm a precios que oscilaban entre 800 y 850 pesos por caja de 50 unidades, municiones presuntamente vendidas a mercenarios haitianos, quienes las distribuían a bandas en el vecino país.
En el Congreso Nacional, legisladores han expresado su apoyo a la operación, calificándola como un paso importante para reforzar el sistema de consecuencias en la Policía Nacional. No obstante, algunos, como el presidente de la Comisión de Interior y Policía de la Cámara de Diputados, Carlos Sánchez, consideran que podrían haber más implicados en la red desmantelada.
Hasta el momento, los agentes permanecen en el Palacio de Justicia de Ciudad Nueva, a la espera de que el tribunal de Atención Permanente del Distrito Nacional conozca la solicitud de medidas de coerción. La Operación Pandora movilizó a 40 fiscales y 200 policías durante los allanamientos que culminaron en los arrestos.