Redacción HoraxHora
Ante el impacto que que las deportaciones masivas han generado en distintos sectores productivos del país, especialmente en la industria y la construcción, el presidente Luis Abinader dejó abierta la posibilidad de que se debata un eventual plan de regularización de trabajadores extranjeros, en su mayoría haitianos, dentro del Consejo Económico y Social (CES).
Durante su alocución semanal “La Semanal”, el mandatario respondió a una pregunta de la periodista Consuelo Despradel indicando que será el CES el espacio donde se discuta si se implementa o no una política de regularización para los inmigrantes que actualmente sostienen gran parte de la fuerza laboral en sectores clave de la economía nacional.
“Convocaremos al CES para que todos los sectores involucrados puedan debatir, junto a quienes ya han venido trabajando con nosotros, las mejores acciones en beneficio del país. Por eso, esa discusión la dejaré en manos del Consejo”, expresó Abinader.
La discusión surge en un contexto en el que líderes empresariales han advertido sobre los efectos negativos de las deportaciones masivas en la operatividad de industrias estratégicas.
Voceros de la Asociación de Industrias de la República Dominicana (AIRD) y de la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (Acoprovi) han solicitado la implementación de un marco legal que permita regularizar a los trabajadores extranjeros que desempeñan funciones esenciales.
No obstante, la postura oficial del Gobierno, reiterada la semana pasada por el vocero de la Presidencia, Homero Figueroa, descarta por el momento cualquier plan de regularización.
“La política migratoria del Gobierno es clara: reducir la presencia de inmigrantes indocumentados, asegurar la frontera y hacer cumplir la ley. No contemplamos ningún plan de regularización”, afirmó Figueroa en su cuenta de X.
El presidente Abinader ha reiterado durante su mandato su intención de “dominicanizar” la fuerza laboral en los sectores donde tradicionalmente han sido contratados inmigrantes haitianos, lo que añade tensión al debate que ahora deberá abordar el CES.