Redacción HoraxHora
Luego de intensos debates y cuestionamientos por parte del sector empresarial, el Senado de la República aprobó este martes, en segunda lectura y con modificaciones, el proyecto de ley que reforma el Código de Trabajo (Ley 16-92), alcanzando finalmente un punto de equilibrio entre los intereses del Gobierno, los trabajadores y los empleadores.
La aprobación llega tras ajustes al texto original, luego de que el Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep) advirtiera que la versión anterior no reflejaba el consenso alcanzado en el diálogo tripartito. El presidente Luis Abinader reconoció públicamente la necesidad de corregir el proyecto, lo que permitió retomar el curso legislativo con mayor respaldo.
Uno de los cambios más significativos se encuentra en el artículo 3, que refuerza el principio de no discriminación laboral. El nuevo texto prohíbe expresamente cualquier forma de exclusión por motivos de sexo, género, raza, edad, religión, discapacidad, orientación sexual, opinión política o afiliación sindical. Aclara, además, que no se considerarán discriminatorias las distinciones basadas en las calificaciones necesarias para un puesto específico.
También se modificó el artículo 88, que establece de forma más precisa las causas legítimas para el despido, y se eliminó el artículo 83 del código actual. Por otro lado, se introdujeron cambios al artículo 511, con el fin de agilizar los procesos de conciliación laboral, fijando plazos claros para la notificación de demandas y citaciones a audiencia, garantizando un mínimo de ocho días francos entre convocatoria y celebración.
El proyecto incluye también una disposición sobre las multas laborales: el artículo 722 establece que los recursos recaudados por esta vía serán incorporados al presupuesto del Ministerio de Trabajo, con el objetivo de mejorar los servicios ofrecidos a los usuarios.
Con esta reforma, el Congreso da pasos hacia la modernización de un marco legal que rige desde hace más de tres décadas, con la intención de crear un entorno laboral más justo, eficiente y equilibrado, sin alterar el esquema de cesantía laboral, uno de los puntos más sensibles del debate.
La propuesta aún deberá ser debatida en la Cámara de Diputados para su aprobación final.