Redacción HoraxHora
El monegasco Charles Leclerc (Ferrari), que se anotó este domingo el Gran Premio de Mónaco, el octavo del Mundial de Fórmula Uno, disputado en las calles del principado de la Costa Azul, donde ganó por primera vez, declaró que «no hay palabras para describir lo que» siente.
Leclerc, de 26 años, logró su sexta victoria en la F1 -la primera de la temporada-, convirtiéndose, además, en el primer piloto de su nacionalidad en hacerlo en su país, en los 75 años de historia de la categoría reina.
«No hay palabras para explicar lo que siento. Es una carrera tan difícil. Creo que la circunstancia de que dos veces ya había salido desde la ‘pole’ aquí y no lo había conseguido, lo hace todo aún mejor, de alguna manera, dijo.
«Significa muchísimo para mí, obviamente. Ésta es la carrera que me hizo soñar con convertirme algún día en piloto de Fórmula Uno», manifestó el piloto de la Costa Azul nada más bajarse del coche y antes de hacer llorar de la emoción al Príncipe Alberto.
«Fue una carrera muy difícil, sí, emocionalmente hablando, porque a quince vueltas para el final sólo confías en que nada suceda. Te sobrevenían todo tipo de emociones; y no paraba de acordarme de mi padre (Hervé, piloto de Fórmula 3 en su juventud, fallecido en 2017)», explicó.
«Era un sueño que compartíamos, el que yo corriese aquí y que pudiera ganar esta carrera algún día: así que es algo increíble», apuntó Leclerc después de ganar ante su afición.