La agenda de movilizaciones desplegada por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) empieza a generar preocupación en diversos sectores, que llaman a respetar el Pacto por la Reforma Educativa y a evitar que se pierdan más días de docencia.
Desde el congresista hasta el ciudadano común coincidieron en que, si bien las demandas de los maestros pueden ser legítimas, resulta desatinado interrumpir la docencia como método de lucha.