Por Jean Carlos Altuna
A medida que el tiempo de pandemia pre-vacuna avanzaba, expertos en materia económica decían que la inflación en los Estados Unidos iba ser transitoria, es decir, mientras no existiera vacuna, o más bien, unos meses después del desarrollo de una, las cosas iban a tomar un mejor rumbo e iba a existir una deflación en la economía norteamericana, de ahí a que estaban en una inflación transitoria.
Lo cierto es que los consumidores alrededor del mundo, especialmente en los Estados Unidos, observan un alto coste en la amplia variedad de sus consumos habituales, como resultado de problemas en lo que son las cadenas de suministros, las cuales afectan a casi la mayoría de los productos, disparando así los costos de energía a niveles no percibidos en varios anos.
Obviamente, hay que tomar en cuenta que los efectos covid-19 no han ayudado, pero pese a esto, las exorbitantes cantidades de dinero que este país ha impreso sin tener en qué o cómo sustentarlas, apoyando estímulos económicos para la supervivencia del pueblo norteamericano, el apoyo durante varios meses del seguro de desempleo que se extralimito debido a la situación sanitaria, han sido condicionantes que, aunque necesarios para la población, son y serán los responsables de la alta inflación que sufre y seguirá sufriendo los Estados Unidos.
En septiembre los precios al consumidor incrementaron un 0.4%, un poco más que el aumento de agosto, haciendo que la tasa de inflación anual registrara su incremento máximo en 13 años, es decir, que este índice incrementó a 5.4% en el mes mencionado con anterioridad respecto del año anterior, ligeramente por encima del alza de 5.3% de agosto e igualando los aumentos en junio y julio, que fueron los más altos desde 2008. Los precios de los bienes y servicios básicos por otro lado alcanzaron un máximo en tres décadas del 4.5% en junio.
A pesar de que los incrementos salariales que han otorgado, las alzas de precios los están superando mucho más de lo que las empresas pueden otorgar como aumento a sus empleados.
El precio del gas natural se ha triplicado este año en Europa y Asia. Incluso en los Estados Unidos, donde normalmente hay una gran reserva de combustibles, los precios están aumentando por temores de que pueda haber una escasez en los meses de invierno. Un aumento de hasta US$3 por galón, el precio máximo desde hace 7 años.
Y es que, a raíz de todas estas problemáticas que he mencionado, países que tienen una fuerte relación con el dólar americano como lo es nuestro país, República Dominicana, sufriremos en grandes medidas todos estos hechos negativos que están girando alrededor de los Estados Unidos, ya que la mayoría de los productos que necesita el país que son importados, provienen de nuestro aliado comercial, como por ejemplo la importación de nuestros combustibles, que el 75% proviene de suelo norteamericano.
Dado la data presentada, y, como siempre, el lector tiene la última palabra, ¿cree usted que lo que se esta viviendo en los Estados Unidos es una inflación transitoria?