El Gobierno de China autorizó el pasado fin de semana a sus nacionales a poder tener un tercer hijo.
El anuncio del Comité Permanente de la Asamblea Popular Nacional de la República Popular China indica que la decisión fue adoptada el pasado viernes en una reforma que permite a las parejas tener hasta tres hijos, de acuerdo a lo previamente anunciado, a finales de mayo, y con el que la potencia oriental quiere responder al progresivo envejecimiento poblacional.
El permiso para procrear más de dos hijos fue ya incorporada sin sorpresa, a la Ley de Población y Planificación Familiar, después de que así lo decidiera el máximo órgano legislativo chino. La agencia de noticias Xinhua ha informado que el Gobierno se comprometió a brindar medidas de apoyo a las familias para fomentar la natalidad.
El último censo, de 2020, situaba en el 18.7 por ciento la proporción de habitantes que tienen más de 60 años en China y la tendencia de envejecimiento va en aumento. La estadística ha aumentado más de cinco puntos en solo una década.
El Gobierno chino ha reconocido la necesidad de tomar medidas y de avanzar en una política de liberalización familiar que ya dio sus primeros pasos, en 2016, cuando se autorizó a las parejas tener un segundo hijo si uno de los progenitores no tenía hermanos. Ese requisito fue posteriormente dejado sin efecto.