Redacción HoraxHora
Los votos de 81 legisladores permitieron la destitución de la presidenta del Congreso, Guadalupe Llori. La moción pidió la remoción de su cargo luego de que una comisión presentase un informe aduciendo que Llori ha incumplido sus funciones. La destitución de esta legisladora es uno de los movimientos políticos impulsado principalmente por la bancada correista.
Llori se desempeñó como presidenta de la Legislatura durante 1 año y 17 días. El congresista Esteban Torres del Partido Social Cristiano, fue quien presentó la denuncia en contra de Llori por incumplimiento de funciones. La noche del 31 de mayo, fue la asambleísta Marcela Holguín, de la bancada correísta Unión por la Esperanza; quien propuso la votación en el pleno del legislativo para destituir a la presidenta.
La moción para la destitución apoyada por una mayoría compuesta por el correísmo; el Partido Social Cristiano, algunos asambleístas de la Izquierda Democrática y los “rebeldes” de Pachakutik. Estos últimos afines a Leonidas Iza, presidente de la Confederación de Indígenas del Ecuador.
Guillermo Lasso, desde que inició su mandato, ha acusado a Leonidas Iza, a Jaime Nebot y a Rafael Correa de querer desestabilizar su gobierno. Ahora, con la destitución de Llori; el ministerio de Gobierno, en un comunicado, calificó como ilegal y resaltó que “este acto arbitrario afecta no solo la inestabilidad del Parlamento, sino la estabilidad política del país”.
La posición del Ejecutivo es severa, según se lee en la comunicación oficial; “El Gobierno Nacional respeta la independencia de funciones, pero no se prestará al juego de quienes piensan en sus intereses políticos y personales; dejando de lado la seguridad jurídica y el bienestar de todos los ecuatorianos”.