En 2010-2011 los dominicanos aportamos una cuota de más de 450 muertos a causa del cólera que asoló Haití luego del terremoto de más de 300,000 muertes y una capital destruida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha advertido de un brote de cólera en varias latitudes del mundo, doce años después, siendo el principal centro de expansión de cólera, ahora, nuestros vecinos, Haití.
Siento que nuestras autoridades de salud han sido más que tímidos en informar a la población, y más aún, de tomar medidas contundentes para evitar la propagación de la enfermedad.
El éxito de la lucha contra la pandemia del Covid-19 se produjo a propósito de la toma de medidas arriesgadas, cuando las vías de combate al virus del Covid era aún un misterio, y salimos airosos.
Era el momento de la decisión para ganarle la batalla a una enfermedad que diezmaba al mundo y que apenas un año después salían las primeras vacunas para inmunizar a la gente.
Y lo hicimos con éxito.
Pero ello no debe ser motivo para, en base a aquellos éxitos de los cuales nos regocijamos, que pudiéramos ser, ahora, indiferentes, porque el cólera está ahí, está asolando a Haití y nos amenaza.
Quisiéramos, entonces, ver una acción más activa de nuestras autoridades de salud, para evitar lamentaciones posteriores.
