El Partido Revolucionario Dominicano (PRD) cumple 60 años de haberse instalado en el país como uno de las grandes organizaciones políticas post dictadura, que tiene en su haber levado al poder cuatro presidentes, haber sufrido un golpe de Estado, ser la cabeza civil de una revuelta armada y el suicidio de uno de sus gobernantes.
Ese PRD está hoy apalastrado, en condiciones de partido minoritario aunque ha sido el responsable de haber partido dos partidos que también han gobernado el país, el de la Liberación Dominicana (PLD) y el Revolucionario Moderno (PRM) que hoy, por las vueltas que da la rueda de la política conforman el escenario de uno en condición de partido oficial, en el poder, y el otro como el principal de la oposición.
Cuando aquel 5 julio de 1982 se produjo el trágico fallecimiento del presidente en ejercicio Antonio Guzmán, se cumplían 21 años de la llegada el país del Partido Revolucionario Dominicano (PRD). Hoy a 39 años de la muerte de Guzmán y de 60 años de iniciar el PRD su vida política en República Dominicana tras la dictadura, el partido está reducido a partido minoritario tras una serie de divisiones internas.
Así, la rueda de la politíca ha dado tantas vueltas.
Cuando Guzmán se suicidó en su despacho del Palacio Nacional ya había sido elegido, 43 días de asumir el poder, su sucesor, Salvador Jorge Blanco. Pero no fue hasta 14 años después, en el 2000, cuando el PRD pudo retornar al poder, esta vez con Hipólito Mejía. En el intermedio, sin embargo, el PLD, uno de los hijos del PRD, llegó a la Presidencia por primera vez, en 1996, de la mano de Leonel Fernández.
El suicidio
Contaba con 71 años de edad y faltaban 44 días para terminar su mandato presidencial, cuando el presidente socialdemócrata, Silvestre Antonio Guzmán Fernández, se dio un disparo en la cabeza, siendo llevado al hospital militar Lithgow Ceara, donde falleció cuando un grupo de médicos trataban de salvarle la vida.
Hasta el momento se desconocen las reales razones que le impulsaron al presidente Guzmán a recurrir a tan extrema decisión, aunque se ha afirmado que sufría un estado depresivo.
Histórico fue el hecho de que nada más acceder a la presidencia de la República, Guzmán Fernández relevó de sus cargos a importantes jefes militares e introdujo modificaciones en la legislación de Prensa, así como levantó la censura, además de despenalizar los delitos de opinión.
A esta situación se añadió el hecho de que durante su mandato, el país sufrió un deterioro económico, debido a las alzas de los precios del petróleo y la baja de los del azúcar.
Sin embargo, lo cierto es que hasta ahora, el real motivo de su muerte nunca hubo una conclusión de sus motivaciones, pese a que familiares, escritores, periodistas, compañeros y políticos han ventilado diversas versiones al respecto.
Los medios noticiosos reseñaron que la noche en que se quitó la vida con su propi revolver, el presidente Guzmán había hecho comparecer a su presencia al Secretario de las Fuerzas Armadas, general Mario Imbert McGregor, quien se encontraba en Constanza, de donde viajó en la noche respondiendo el llamado del jefe del Estado. Fue, quizás, la última persona que vio al presidente Guzmán antes de dispararse en el saloncito que servía de barbería privada, contiguo a su despacho.
Ese episodio provocó, entonces, que Vicepresidente Jacobo Majluta sucediera el fallecido mandatario hasta el 16 de agosto, fecha en la que el poder sería entregado al recién elegido presidente Jorge Blanco.
Al separarse Bosch del PRD en 1973, Guzmán y José Francisco Peña Gómez se destacaron como figuras de primer orden en ese grupo político, lo que le facilitó al primero, en 1974, ser el nominado presidencial de un conjunto de organizaciones políticas en el llamado Acuerdo de Santiago.
Sin embargo, una serie de confrontaciones con el gobierno de Balaguer provocaron que la citada coalición partidaria desistiera de participar en las elecciones de ese año y Balaguer se presentó con la única competencia del minoritario Partido Demócrata Popular (PDP), del contralmirante retirado Luis Homero Lajara Burgos, al que derrotó de manera abrumadora.
La figura de Guzmán siguió creciendo y en 1978 fue seleccionado por el PRD para encabezar otra coalición de partidos para enfrentar, y venció, a Balaguer, quien llevaba doce años en el poder.
Las versiones
En el libro “Memorias de un cortesano de la Era de Trujillo”, el fenecido presidente Balaguer reveló que en enero de 1982, cuatro meses antes de las elecciones generales, se reunió “discretamente” con el entonces Jefe del Estado y su familia, en la Casa Presidencial de Sans Soucí.
Sostuvo que estando solos, entre otras cosas íntimas, el presidente Guzmán le expuso su preocupación por los posibles resultados de las elecciones del 16 de mayo, porque “le atormentaba sobre todo la posibilidad del triunfo en esa consulta electoral, del doctor Salvador Jorge Blanco”.
Posiblemente convencido por asesores psicológicos y sociológicos, Balaguer agregó e que el presidente Guzmán fue víctima, en los días que precedieron a su suicidio, “de un desequilibrio emocional que adquirió finalmente en él carácter de crisis depresiva”.
El mandato de Guzmán
Hay consenso en el sentido de que durante su gobierno (1978-1982), Guzmán fomentó el respeto a las libertades públicas, por lo que se le valoró como el forjador de la democracia dominicana.
Se destacaba que en los dos primeros meses, promulgó la Ley de Amnistía, mediante la cual fueron liberados centenares de presos políticos y permitido el regreso de cientos de exiliados del régimen balaguerista.
El 10 de julio de 1982, el periódico El País, de España, reseñó declaraciones del líder ‘oficialista’ José Francisco Peña Gómez sobre el suicidio de Guzmán: “El presidente de la República Dominicana, Antonio Guzmán, se suicidó tras descubrir actos de corrupción en su administración y sufrir la traición de íntimos colaboradores”. Pero observando que las razones aún seguían pendientes.
