Posposición ahora de sancionar el Código Penal en el Senado
Finjus, la Fundación Institucionalidad y Justicia, se unió hoy a las voces que pide al Senado no aprobar el proyecto de ley de Código Penal sin que sea ampliamente discutido, dado una serie de consideraciones que han sido hechas al texto ya aprobado por la Cámara de diputados.
En una comunicación que enviara este miércoles al presidente del Senado, Eduardo Estrella, Finjus dice que el Congreso Nacional, y en este caso el Senado, debe jugar su rol de contrapeso e impulsar un amplio diálogo con la comunidad jurídica, la academia y toda la sociedad sobre el proyecto de ley de Código Penal.
Con esta posición, más otras emitidas en los últimos días, parece indicar que los senadores no estarán animados en seguir hacia delante en la sanción del proyecto de ley de Código Penal, ampliamente vapuleado, en especial por el controvertido tema de las tres causales, tema sobre la despenalización del aborto
Este martes la Procuraduría General de la República, en un comunicado de prensa a nombre de la magistrada Mirian Germán, informó de unas 11consideraciones que había hecho sobre igual número de articulados del proyecto de Código Penal en manos del Senado, por lo que pedía que no se apresurara su sanción sin que esas consideraciones fueran analizadas.
De igual forma, la Primera Dama, Raquel Albaje, entró en el ruedo pidiendo también a los senadores que no se apresuraran en la aprobación del proyecto, que ha provocado serios encontronazos, incluso entre los mismos legisladores, unos a favor de su sanción ‘urgente’ antes de que concluya la actual legislatura, a mediados de agosto, y otros que sea aplazado aunque quede perimido y deba ser reintroducido en la próxima legislatura auq abre el 16 de agosto.
El comunicado de Finjus, bajo la firma de su principal ejecutivo, Servio Tulio Castaños Guzmán, recuerda que “el objetivo del bicameralismo, que está llamado a proveer de mayor legitimidad y madurez en la deliberación legislativa, así como de muestras de prudencia y mejora en la calidad en la formación de las leyes”.
El siguiente es el texto de la comunicación de Finjus al Senado:
A propósito del curso que ha tomado el estudio del proyecto de Código Penal en esta ocasión en la Comisión Especial del Senado de la República designada al efecto, que se encamina a emitir un informe favorable respecto del referido proyecto de ley sin abocarse a la ponderación de aspectos sustanciales que les han sido señalados por su secretaria su necesaria revisión resulta conveniente reflexionar respecto del rol que debe jugar el Senado de cara al diseño institucional bicameral del Congreso de la República Dominicana.
El Congreso Nacional es el primer poder del Estado de conformidad a lo que pro propugna el contenido constitucional, esto en razón de su naturaleza en tanto órgano que mejor representa el pluralismo de la sociedad; se trata de una especie de asamblea colegiada electa por voto popular. Las funciones que corresponden a este poder, aún en el contexto de un régimen presidencial, no dejan duda de qué es la expresión más alta de la representación democrática, la sede en la que se han de dilucidar las decisiones normativa más transcendentales a la luz de la Constitución.
La configuración constitucional democrática, que prevé un Congreso bicameral con orígenes representativos diferenciados, índice de manera directa en las formas de representación democrática y el balance de poderes entre las cámaras legislativas.
En efecto, tal y como se ha establecido en doctrina comparada la existencia de la “cámara alta”, en nuestro caso el Senado, en la estructura bicameral del Congreso constituye un elemento que, en principio debe permitir el equilibrio en la organización del Estado al evitar una única sede para la discusión, formulación y elaboración de las leyes, limitando y ante atemperando el dinamismo de la Cámara baja.
La corte constitucional colombiana refiere que el objeto del bicameralismo recibe en la garantía de mejores formas de representación democrática y balance de poderes entre las cámaras legislativas; al respecto al respecto señala que “el bicameralismo es funcional a la representación de intereses distintos en cada una de las cámaras, en la medida que el origen democrático de cada una de ellas suele ser distinto. Del mismo modo la existencia de dos cámaras permite el ejercicio de un sistema de pesos y contrapesos al interior del Congreso.
Con relación al proyecto del Código Penal entendemos que si bien habido un largo proceso de estudio, el propio dinamismo de constantes modificaciones e inclusiones requieren priorizar su revisión detallada por parte del Senado. Debe recordarse que es precisamente en piezas legislativas de tal grado de relevancia y complejidad como estas que se verifica la importancia de la existencia de un Congreso bicameral cuya estructuración dual y diferencial está llamada a proveer mayor legitimidad y madurez en la deliberación, legislativa, así como nuestra muestra de prudencia y mejora en la calidad la formación de las leyes.
Por ello la fundación Institucionalidad y Justicia , Inc. (FINJUS) considera una necesidad prioritaria que los legisladores actúen en representación de todos los dominicanos, esto en cuanto están llamados a agenciar el interés general en tantos parámetro esencial como el ejercicio de la actividad legislativa y con ello general generar la producción de resultados legislativos consistentes y acordes a la realidad nacional mediante la aprobación de proyectos de ley de proyectos de ley iniciativas convocación de permanencia.
Entendemos que tal como sucedió en la Cámara de Diputados, el Senado debe tener lugar un amplio diálogo de los legisladores con la comunidad jurídica, la academia y toda la sociedad, con el objetivo de lograr un intercambio que sea fructífero y coadyuve en el fortalecimiento de la actividad legislativa, especialmente en una pieza legislativa de tanta tensión y prioridad como es el código penal.
